El presidente de la AVL presenta su dimisión como académico de la RACV

El presidente de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Ramón Ferrer, ha remitido una carta al decano de la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV) en el que le comunica su dimisión como académico de número de la histórica entidad valencianista. La decisión de Ferrer deja a la AVL sin ningún representante de esta institución centenaria entre sus miembros. El escrito remitido por Ferrer será abordado con toda probabilidad en la reunión de la junta de gobierno de la RACV que tendrá lugar hoy.

El presidente de la AVL era el único miembro de la Real Academia que aún figuraba en el ente normativo del valenciano. Su renuncia se produce después de que la RACV hiciera público un manifiesto, con motivo del 'Dia de la Llengua i la Cultura Valencianes', en el que advertía de que no reconocería como miembros de esta institución a quienes no hicieran suya la reivindicación de la RACV de recuperar la condición de entidad normativa del valenciano -que el Estatuto adjudica en la actualidad a la AVL-. La dimisión de Ferrer pone punto y final a esa rocambolesca situación que suponía presidir la institución oficial que dicta la normativa del valenciano y ser académico, al mismo tiempo, de la histórica entidad valencianista que reclama para sí esa condición.

La salida de Ferrer se produce también tras la polémica en la que se ha visto envuelta la AVL, como consecuencia de la definición de «valencià» que aparece en el Diccionari normatiu, y en la que se establece que es la lengua románica que se habla en la Comunitat Valenciana, y que en Cataluña, las Islas Baleares y otros territorios recibe la denominación de catalán. Un reconocimiento explícito de la unidad lingüística que la RACV ha rechazado y ha combatido históricamente con todas sus fuerzas. Ferrer deja la RACV después de que en su día lo hicieran Alfons Vila (puso su cargo a disposición), Artur Ahuir y Ángel Calpe -se les dejó fuera de la sección de Lengua y Literatura-.