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Z. SANZ
Martes, 11 de marzo 2014, 01:03
El Ayuntamiento de Oliva ha denunciado ante el Seprona vertidos «contaminantes» en el Parc Natural de la Marjal Pego-Oliva y la Guardia Civil de la localidad ya ha iniciado diligencias para investigar su procedencia y dar con los autores de los hechos.
Así lo señaló ayer el concejal de Medio Ambiente, Pepe Salazar, quien pudo comprobar in situ cómo «algunos desaprensivos han depositado impunemente todo tipo de material contaminante procedente de la construcción y de algún taller de pintura de coches». Hay incluso caretas que se ponen las personas cuando están manipulando elementos que pueden ser tóxicos, apostilló el edil.
Zona protegida
La zona donde han aparecido los vertidos está catalogada de especial protección. Está ubicada concretamente en un camino que transcurre paralelo, entre las márgenes del riu Racons y de su afluente, el río Regalatxo, y apenas a un par de metros de distancia de los mismos. Esta circunstancia, según advirtió el también portavoz del Grup Municipal de Gent d'Oliva, puede acarrear un peligro de contaminación de sus aguas «en el momento que aumente el nivel freático», cosa habitual en esta zona del marjal, «rica por la calidad de sus aguas y de su biodiversidad».
Por todo ello, desde el Consistorio Municipal exigieron a la Conselleria de Medio Ambiente que retirara de inmediato la pintura azul y los desperdicios y que dote de más vigilancia al parque.
A juicio de Salazar, esta «grave agresión ambiental» de produce ya desde hace diversos días, ya que se puede apreciar «claramente» que son al menos seis los montones que se han arrojado «sin que los responsables del parque se hayan dado cuenta».
Menos personal
En este sentido, el titular de Medio Ambiente aludió a la falta de personal de control y mantenimiento del parque a consecuencia del expediente de regulación de empleo llevado a cabo por la Generalitat Valenciana en el año 2012 a la empresa pública (VAERSA), encargada del personal adscrito al parque. Esto, según añadió, redujo la plantilla alrededor de un 85%.
Cabe recordar que el Parc Natural de la Marjal Oliva-Pego, debido a la importancia de su diversidad, recibe desde hace años subvenciones procedentes de estamentos internacionales y de la Unión Europea para el mantenimiento y conservación del mismo (Ramsar, Red Natura 2000, Life), «los cuales podrían peligrar en un futuro si no se cumple con su finalidad, que no es otra cosa que la optimización de los recursos naturales de esta zona húmeda».
Tal y como remarcó Salazar, en la última reunión de la Junta Rectora del Parque, celebrada el pasado mes de noviembre en Oliva, «ya hubo un representante de una organización ecologista que pidió la dimisión al director del parque por su falta de atención y por la pésima gestión que estaba llevando a cabo desde 2012».
Nuevamente, según prosiguió el regidor, estos hechos demuestran «la falta de implicación e interés de los máximos responsables, que son suficientes como para que dimitan de su cargo».
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