Rosita sobrevuela el Carmen

Rosita Amores mide 54 metros cuadrados, si es que se puede encerrar el arte de la valenciana en una inmensa fotografía que luce desde hace unos días en el barrio del Carmen, en la pared medianera de una finca situada entre la calle Corregería y la Purísima. El fotógrafo Luis Montolio ha vuelto a sorprender con una obra que se suma a otra media docena repartidas por el centro histórico.

La escena no puede ser más auténtica. Rosita Amores, la vedette por antonomasia del 'cap i casal', encima de una paella gigante y con un cielo azul de fondo.

«Nos fuimos a Benicàssim, a una rotonda donde está la paella. Rosita fue todo amabilidad y colaboró en todo momento. Ha quedado como que está encima de un ovni, saludando a todos», dice Montolio, radicado en el barrio hace años y que pretende con estas intervenciones devolver al Carmen el foco artístico perdido en favor de otras zonas de la ciudad.

«Me gustan los personajes que rompen las reglas y Rosita Amores es de ese tipo». Pese a su edad, destacó que participa en un banco de alimentos, además de una asociación de artistas jubilados donde es una de las referencias. «Da de comer a 200 personas, es pura energía y no para, siempre quiere dar más». Hasta ultima hora no se concreto la elección de la pared medianera, para lo que fue decisiva la participación del abogado Jaime Navarro, quien ha financiado la elaboración de la lona.

Este profesional, también residente en el Carmen, será protagonista en una de las fotografías gigantes de Montolio, quien ya tiene colgadas en paredes medianeras obras en Mossén Sorell, la calle Beneficencia, la calle Corona y la calle Salvador Giner, además de un solar reconvertido en parque provisional por los vecinos.

Algunas ya sufren el efecto del paso del tiempo, aunque es algo que no preocupa lo más mínimo al fotógrafo. «La del guerrero es la más estropeada porque le dan 12 horas de sol», dice en referencia a la de Mossén Sorell. Considera que las pintadas que aparecen de vez en cuando son la evolución de una obra colocada en la calle. «Pedí hace poco que pintaran unas plantas», dice sobre esta cuestión.

La fotografía de la vedette tiene una altura de dos plantas del edificio y una copia ha llegado hasta una galería de arte de Pekín, según puede verse en una red social, donde por cierto la idea de subir a Rosita Amores a una paella gigante ha sido aplaudida por todos los internautas.