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CARLOS BENITO
Sábado, 22 de marzo 2014, 16:01
Resulta muy improbable que Mick Jagger se acuerde de todas las mujeres con las que se ha acostado. De algunas de aquellas relaciones hace ya más de medio siglo, claro, y además buena parte de esa historia sentimental transcurrió en condiciones muy poco propicias para guardar los detalles en la memoria, pero el problema de fondo es simplemente cuantitativo: según su biógrafo, Chris Anderson, el vocalista de los Rolling Stones ha practicado el sexo con más de 4.000 mujeres, a las que hay que sumar algún señor como David Bowie. «Y creo que me he quedado corto en la estimación», puntualiza el estudioso. De ese mar asombroso de caras y nombres se suelen destacar figuras conocidas como Angelina Jolie, Carla Bruni, la princesa Margarita de Inglaterra, Tina Turner, Uma Thurman, Farrah Fawcett o la modelo Janice Dickinson, aquella que proclamó al mundo que Jagger tenía «un pene muy pequeño».
Pero esas no son las mujeres que han marcado su vida. El roquero británico, siempre fiel a la imagen de sátiro que empezó a cultivar en su lejana juventud, ha compatibilizado ese ritmo sexual portentoso y un poco rutinario con una serie de vínculos de más entidad, aunque él sea el primero en desnudarlos de romanticismo. «No he estado nunca enamorado de manera profunda, loca. Simplemente no soy una persona emotiva», admitió en una ocasión. Ya en los años 60, algunas personas de su círculo sostenían que el ideal de Jagger era «hacer el amor consigo mismo», pero también es cierto que su biografía se puede resumir en unas cuantas relaciones más o menos duraderas, que incluso han acabado dando lugar a una familia atípica pero bien avenida. El lunes, cuando su novia L'Wren Scott apareció ahorcada en su piso de Nueva York, una de las primeras reacciones fue la de Bianca, la primera esposa de Jagger, que se declaró «desconsolada» por la muerte de una mujer tan «adorable y talentosa».
También en sus primeros romances aparece la sombra del suicidio, y por dos veces, aunque ambas quedaron solo en intentona. Su primera novia seria, Chrissie Shrimpton, se tomó una sobredosis de somníferos al verse abandonada por Mick, y eso que ni siquiera sabía entonces que él había empezado ya a salir con la sofisticada Marianne Faithfull, la cantante de rostro angelical que dejó sin respiración al Londres de los 60. Marianne, que se había casado y había sido madre a los 18, entró junto a los Stones en una espiral autodestructiva, marcada por la heroína, y en 1969 ingirió cincuenta pastillas para dormir acompañadas de chocolate caliente. Tanto a Chrissie como a Marianne las encontró a tiempo el propio Mick. En aquella época, por cierto, los Stones y su entorno exploraban a fondo las posibilidades de la combinatoria amorosa, y eso le permite a Marianne Faithfull asegurar que Keith Richards es mejor que Mick Jagger en la cama.
En 1969 llegó el turno de Marsha Hunt, modelo y cantante afroamericana que actuaba en el musical 'Hair'. Su noviazgo se desarrolló de manera discreta y no llegó al año, pero dejó una canción inmortal -'Brown Sugar', dedicada a Marsha- y una hija, Karis, que prácticamente no trató a su padre hasta los 12 años. En 1971, Mick se casó en Saint-Tropez con la nicaragüense Bianca Pérez-Mora, y cinco meses después tuvieron a Jade, pero eso no le hizo sentar la cabeza: el cantante siempre ha mostrado cierta propensión a encadenar sus relaciones, con solapamientos que no suelen sentar bien a sus parejas. En 1978, Bianca pidió el divorcio por adulterio, ya que Mick andaba liado con la rubia modelo tejana Jerry Hall, de quien se había encaprichado cuando ella salía con Bryan Ferry. Cuentan que Jerry estaba tan obsesionada por casarse que metía un traje de novia en el equipaje siempre que acompañaba a los Stones. No lo consiguió hasta 1990, cuando ya eran padres de Elizabeth y James, y después aún añadirían a la familia a Georgia May y Gabriel.
En total, Mick Jagger ha tenido siete hijos con cuatro mujeres: en el rápido repaso anterior falta Lucas, resultado de su breve romance con la brasileña Luciana Giménez, que si no fuese por ese detalle languidecería seguramente en el infierno de las 4.000. Aquel niño indeseado motivó en 1999 su divorcio de Jerry Hall, que ha sido la pareja más duradera de Mick y hoy suele actuar como matriarca en las reuniones de la extraña familia. El sábado pasado, organizó en su casa de Londres el 'baby shower' para Jade y su hija Assisi, ambas embarazadas: seguro que bromearon sobre esa circunstancia chocante de que, en abril, Mick Jagger vaya a convertirse en bisabuelo. Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, se gestaba la tragedia.
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