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DANIEL VALERO
Jueves, 27 de marzo 2014, 19:29
Solvia, la inmobiliaria del Banco Sabadell ha comenzado hoy la comercialización de la totalidad del complejo Ciudad Gran Turia, nombre que recibe la antigua Ciudad Ros Casares. «Se pone a la venta todo, no por fases», señalan fuentes de la entidad bancaria sobre los 14 edificios de oficinas y viviendas que adquirió como dación en pago por parte de la compañía Ros Casares. El banco se quedó por un euro la totalidad de los inmuebles promovidos por el grupo industrial, que arrastraba una deuda de 220 millones de euros. Un gran cartel ya luce con las ofertas en la fachada del edificio que se encuentra más a la vista. Lo más llamativo es que los lofts disponibles se venden a partir de los 52.200 euros.
Al respecto, el banco puso especial énfasis en destacar que no se trata de ofertas a bajo coste. «Son precios de mercado», insisten. Las cantidades oscilan entre los 52.200 euros y los 109.500, con un precio medio de 71.200 euros en cuanto a los lofts. La oferta por metro cuadrado de las oficinas es de 1.046 euros, y la de los locales alrededor, de 900 euros. También existe una parte disponible en concepto de alquiler, fundamentalmente un área de oficinas que también se encuentra a la venta.
Tal y como informó el Banco Sabadell a LAS PROVINCIAS, a partir de ahora se va a llevar a cabo «una importante labor de gestión comercial para dar a conocer el proyecto a posibles inversores, en especial colectivos profesionales y empresas». En Valencia existe en un alto volumen de stock de oficinas contra el que Solvia deberá lidiar, pero la entidad considera que Ciudad Gran Turia «es un activo de gran calidad, con unas infraestructuras inigualables y acabados adecuados, con capacidad de convertirse en un gran centro de negocios en Valencia». El complejo dispone 120 oficinas, 648 lofts, 30 locales comerciales, 668 trasteros y más de 1.400 plazas de garaje.
Las pérdidas en las que incurrió el banco con la operación de compra del complejo quedaron cubiertas en un 80% por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). La negociación para adquirirlo duró un año. En mayo de 2012 Sabadell y Ros Casares llegaron a un acuerdo en el que se establecía una dación en pago. El banco se quedaba con la propiedad y la deuda mientras que la empresa perdía su proyecto faraónico que no podía sostener.
Pero Francisco Juan Ros García, consejero delegado del Grupo Ros Casares y presidente de APD en la zona de Levante, se negó a firmar este acuerdo y se inventó una compleja fórmula de intercambios accionariales en los que el resultado era el mismo (el inmueble se lo queda el Sabadell) pero se evitaba la fórmula de la dación en pago y se reducían los costes fiscales para el banco y el grupo empresarial. La entidad presidida por Josep Oliu aceptó en agosto estos cambios que retrasaban la operación hasta final de año pese a que podía forzar un desenlace más rápido que le habría permitido empezar a vender los lofts hace ya varios meses.
Esta segunda operación se volvió a truncar cuando Francisco Juan Ros García, consejero delegado de Grupo Ros Casares, quiso imponer créditos adicionales a sus empresas con problemas como contraprestación para firmar la operación que se había diseñado y aceptado. El Sabadell, que ya había cedido tanto en las condiciones como en los plazos, puso punto final a las negociaciones y comunicó que iniciaba de manera irrevocable los trámites judiciales para proceder al embargo.
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