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En chino. Etiqueta y contraetiqueta de vinos de moscatel para Asia. :: V. LL. Para rusos. Contraetiqueta de un vino de moscatel de Cheste Agraria. :: LP
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El moscatel de Cheste embruja a chinos y rusos

El plan Reymós ha permitido conquistar mercados en Asia y el Este de Europa y doblar la producción de embotellados La bodega cooperativa elabora más de 40 vinos distintos para adaptar la graduación alcohólica y la concentración de azúcar a los gustos de cada país

VICENTE LLADRÓ

Sábado, 10 de mayo 2014, 02:27

Cheste es la patria del esperanto por antonomasia, porque desde hace más de un siglo ha tenido allí mucho predicamento la lengua internacional creada por Ludovico Zamenhoff, que se sigue enseñando hoy. Pero este pueblo valenciano exhibe ahora otra peculiaridad ligada al dominio de idiomas lejanos, en este caso por razones comerciales. En la Bodega Cooperativa Cheste Agraria embotellan cada día vinos con etiquetas en ruso, chino, japonés, coreano, polaco, lituano.., y por supuesto en inglés. Todo sea por satisfacer al cliente y vender.

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Esta historia empezó en 1918, cuando 62 modestos cosecheros de vino de Cheste se constituyeron en Sindicato Agrícola para unir las elaboraciones que antes hacían en pequeños lagares de sus casas.

El siguiente gran paso tardó en llegar; fue en 1992, cuando se unieron la tres cooperativas del pueblo: la bodega Cheste Vinícola, La Productora Vinícola y la hortofrutícola Cheste Al Campo, para formar la actual Cheste Agraria, con 600 socios viticultores, aparte de potenciar la diversificación productora con cítricos y otros frutales.

El vino se vendía, mayoritariamente, a granel, aunque hubo iniciativas de embotellado con las marcas Sechara, Cambrillas..., que son nombres de partidas del término municipal, aparte de la tradicional mistela de moscatel, de las mejores.

En el año 2000, tras un viaje a Italia para conocer qué otras cosas hacían allí con la uva moscatel, Cheste Agraria decidió seguir el camino de diversificar y ganar valor añadido y puso en marcha el proyecto Reymos. Con esta marca bautizaron un vino de moscatel con gas carbónico propio conseguido mediante fermentación por el método 'Charmat', que consiste en hacer el proceso en grandes depósitos herméticos (el método Champenoise es el de fermentación en botella).

El gran éxito comercial de Reymos animó a crecer aún más para rentabilizar la uva moscatel, de la que Cheste Agraria es primera productora. De la mano de Anecoop, que lleva la batuta comercial, comenzaron a ganar cuota de mercado en España y en el extranjero. Cada vez más lejos. Rusia, China, Corea, Polonia, Japón...

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Alejandro Monzón, el presidente, explica que esta expansión «nos obliga a ajustar el grado alcohólico y el azúcar a los gustos de cada país». De ahí que barajen en estos momentos más de 40 marcas, según graduaciones y destinos. Chinos y japoneses quieren el vino más dulce, los rusos lo prefieren semi seco y de pocos grados; los polacos, en cambio, son los que gustan de más alcohol.

La más reciente especialización de la bodega es el 'Petit Valencia', un vino con sólo 5 grados y amparado, como el resto, por la DO Valencia, que permite bajar hasta 4 grados.

Y a base de hacerlo bien y de conquistar el favor de mercados lejanos, Cheste Agraria se enorgullece de haber duplicado en cinco años la producción embotellada, que alcanza los 6 millones de botellas, el 93% de elaboraciones de moscatel.

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