El detective declara que hizo cinco investigaciones patrimoniales sobre Soriano

La investigación que el expresidente del Valencia CF Juan Soler encargó sobre su sucesor en el cargo no fue flor de un día. Al menos eso es lo que sostiene Juan de Dios Vargas, el detective privado contratado por Soler para indagar en las cuentas de su 'tocayo' en el cargo. El espía sostuvo ayer en el juzgado de instrucción número 12 de Valencia (encargado de indagar en el supuesto secuestro a Soriano por el que está imputado Soler y otras cuatro personas) que llevo a cabo «cinco o seis informes de investigación patrimonial» sobre el estado de las finanzas del expresidente, según indicaron fuentes jurídicas.

Como ya adelantó LAS PROVINCIAS, uno de estos informes fue el que supuestamente empujó al imputado a organizar el presunto rapto, después de que las indagaciones del detective indicaran que había recibido 30 millones de euros contantes y sonantes con la hipoteca de terrenos de su propiedad.

De Dios corroboró en el juzgado que el encargo de realizar las investigaciones se lo hizo «una empresa de Soler», como indicaron las citadas fuentes. En aquel instante, el expresidente estaba asesorado por un despacho de abogados, según la testifical del investigador.

En su declaración, el detective también desgranó que dos de los imputados, el propio Soler y el abogado Juan Carlos Navarro, se reunieron hasta en dos ocasiones en 2012, dos años antes del presunto plan de secuestro. En uno de los encuentros, según su declaración, el letrado planteó a Soler la posibilidad de vender el crédito a empresarios para recuperar parte de los 39 millones que una sentencia obliga a Soriano a devolver.

La otra reunión, sin embargo, acabó con la recomendación de Navarro a Soler de interponer una querella contra su sucesor en el Valencia CF, según la declaración judicial del detective. No fue la única testifical que se produjo ayer en el juzgado de instrucción número 12. El juez interrogó también al dueño del bajo de Alfafar al que los integrantes de la trama pensaban trasladar a Soriano tras secuestrarlo en el centro de Valencia, a las puertas de la cafetería en la que desayunaba a diario. El testigo indicó que le llamó el 30 de marzo (tres días después de que el confidente denunciara el rapto) «un hombre con acento español» que se interesó por el inmueble. El individuo llegó a visitar el lugar y le ofreció 250 euros mensuales como alquiler. Pero luego, desapareció.

El dueño del bajo ha proporcionado a los investigadores el móvil desde el que le llamaron. En dicho número aparecen hasta 21 conversaciones con el confidente, el individuo que acudió a la Policía Nacional para desvelar el supuesto secuestro tramado por Soler.