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ISABEL DOMINGO
Viernes, 13 de junio 2014, 00:33
El nuevo centro de Casa Caridad en Benicalap es un «proyecto ambicioso» porque «hay que hacer cosas nuevas cuando la situación económica es peor. Es nuestro desafío y nuestro compromiso». Fueron las palabras que el presidente de esta institución, Antonio Casanova, quiso utilizar para explicar el porqué de la puesta en marcha de una iniciativa pionera en España.
Se trata de un centro sociosanitario que acogerá a enfermos convalecientes y familias sin recursos en 2016, fecha en la que está prevista su puesta en marcha aunque las obras finalizarán en agosto de 2015.
¿Por qué este perfil de centro? Casanova, que estuvo arropado por la junta directiva de la institución benéfica, entre ellos la gerente, Guadalupe Ferrer, y el vicepresidente de Marketing, Fernando Giner, explicó que la salud de las personas sin hogar es «uno de los principales peligros de exclusión social» y que con su puesta en marcha se pretende dar respuesta «a una demanda social que venimos detectando hace años, además de cubrir el vacío existente, allí donde la Administración no llega».
Eso sí, Casanova remarcó que no se dará asistencia médica ni sanitaria («para eso hay un centro de salud cercano»), sino que se trata de crear un espacio para ayudar a recuperarse a aquellas personas sin hogar que tienen que pasar por un periodo de convalecencia. Es «justicia social» e «igualdad de oportunidades».
Recordó que la vulnerabilidad de las personas sin hogar se agrava cuando están enfermas, además de apuntar que su esperanza de vida está 20 años por debajo de la media. «¿Dónde se les atiende? No lo sabemos. Algunas en Casa Caridad pero otros no lo sabemos», reflexionó.
Y puso dos ejemplos como perfil del usuario que podrá recibir los cuidados de este nuevo centro: un rumano de 45 años que espera una operación de cadera y que prácticamente no tiene movilidad, y un marroquí de 28 años recién operado de apéndice «que malvive con otras nueve personas en una casa». Ambos se encuentran actualmente en el módulo experimental de convalecientes que tiene Casa Caridad en su edificio de paseo de la Pechina.
Tres edificios conectados
El centro sociosanitario se levantará en Benicalap, en una parcela de 3.084 metros cuadrados situada entre las avenidas Ecuador y Levante UD que ha cedido el ayuntamiento. Será un complejo con tres edificios contiguos, conectados entre sí a través de pasillos y de patios ajardinado, y con tres alturas proyectadas, aunque se podría ampliar hasta seis.
El eje principal será el llamado módulo de convalecientes, que tendrá 30 habitaciones, de las que cuatro serán para los grandes convalecientes (personas con movilidad reducida o que requieran mayores cuidados), según los detalles facilitados durante la presentación. «El objetivo es que esas personas que no tienen nada puedan estar atendidas por dignidad humana», añadió el presidente de la institución.
El centro se completará con un comedor social con 60 plazas, organizado mediante el autoservicio y que contará con mesas para cuatro comensales. Hasta este detalle tuvo su justificación: fomentar las relaciones sociales y la convivencia entre las personas que acoja el nuevo centro de la conocida como 'ONG del pueblo valenciano'.
También habrá una sala de estar común y un albergue para 30 familias, organizado en habitaciones modulares «para mantener la unidad familiar». A través de este servicio se prestará especial atención para normalizar la situación en la que se encuentran los menores sin hogar.
Por ello, se incluirá una escuela infantil con 45 plazas para niños de entre uno y tres años en riesgo de exclusión social. Junto a ello, los talleres ocupacionales del centro de día, para los que se espera contar con el apoyo de las empresas.
Precisamente por ese motivo el próximo 26 de junio los representantes de Casa Caridad realizarán una presentación del proyecto en el Club Siglo XXI de Madrid con la participación del expresidente del Consell, Eduardo Zaplana, y del presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, para «darlo a conocer a grandes corporaciones, fundaciones y empresas y ver de qué manera nos pueden ayudar».
La financiación, «un tema por el que me ha preguntado hasta la alcaldesa», se realizará con las aportaciones de los socios, donantes y empresas, es decir, el mismo mecanismo por el que se nutre anualmente Casa Caridad (además del millón de euros anual que aporta el consistorio). Además, se ha planteado la emisión de bonos solidarios.
El proyecto requiere una inversión aproximada de cinco millones, entre las obras y el acondicionamiento. «Somos gente prudente y no improvisamos», comentó Antonio Casanova. De ahí que parte del dinero salga de «nuestra caja, de lo ahorrado estos años».
Convenio conjunto
El presidente de la entidad no desaprovechó la oportunidad de intervenir ante los representantes locales y autonómicos, entre ellos el jefe del Consell, Alberto Fabra, y la alcaldesa, Rita Barberá, y reclamó su colaboración. Por ello, Casanova confió en que «la Generalitat algo nos tendrá que dar».
Asimismo, en tono irónico, señaló que el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, «se ha enterado de que le iba a pedir y no ha venido». «Presume de que tiene muchos recursos, vamos a ir a visitar al presidente», añadió para remarcar que la institución «siempre ha contado con el respaldo del pueblo valenciano, para que los que tienen duda lo tengan claro», una afirmación que provocó los aplausos de los asistentes.
Respecto a la ayuda institucional, Fabra recogió el guante y anunció, «aprovechando que no está el presidente de la Diputación, que es muy generoso», la propuesta para crear una comisión conjunta para que Generalitat y Diputación «pongan una parte» de la inversión.
El nuevo centro generará, además, 25 puestos de trabajo entre trabajadores sociales, psicólogos, educadores y personal administrativo una vez entre en funcionamiento.
Los motivos de Benicalap
Durante su intervención, Casanova compartió con los asistentes todos los entresijos. Del lugar elegido para celebrar el acto, el Palacio de la Exposición, relató que se inauguró «con la diferencia de una hora de nuestro edificio de paseo de la Pechina». Simbolismo para el hecho de que «108 años después presentamos un nuevo proyecto», gestado en el año 2004 y planteado formalmente en 2006.
Y, debido a las quejas suscitadas entre algunos vecinos de Benicalap por la ubicación del centro, el representante de Casa Caridad fue rotundo al negar en reiteradas ocasiones que se vaya a dispensar metadona a toxicómanos, algo que nunca ha hecho la institución porque «ésa no es su labor».
Fue más allá y detalló los porqués de la ubicación del centro. «Habitualmente atendemos a 40 personas de media procedentes de este barrio, es un solar idóneo y está muy cerca una zona agrícola con parcelas, junto a la ronda norte», dijo.
Porque, en un futuro, Casa Caridad tiene marcado como objetivo «comprar o arrendar una parcela para que las personas que están en nuestro centro sean capaces de crear sus propios huertos», algo similar a los huertos urbanos que el consistorio impulsó en La Torre. Es decir, herramientas «para su reinserción social y laboral».
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