Todo el que quiera puede tener compañeros de partido pero lo difícil es tener compañeros de trabajo. Nadie dura en su empleo si éste no consiste en ser consejero autonómico, y como estos puestos están ocupados por señores a los que han hecho fijos, todos los demás son eventuales. ¡Hola! y ¡adiós! Todo es visto y no visto. Los nuevos compañeros no llegan a ser viejos camaradas, ya que se van muchos antes de envejecer y de adquirir algún sentido de la camaradería, que se basa siempre en la aceptación de un destino común. Dicho de otro modo, a los jóvenes les han robado en primer lugar el trabajo y, en segundo, a los compañeros de faena. A esa doble estafa es a lo que llamamos «contratos temporales».
Publicidad
Lee la entrevista completa en la edición impresa o en Kiosko y Más.
Suscríbete a Las Provincias: 12 meses por 12€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Pillado en la A-1 drogado, con un arma y con más de 39.000 euros
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.