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Jueves, 12 de febrero 2015, 14:05
El refugio de los Soler en Turis sale a subasta. La familia de constructores se quedará en los próximos días sin uno de los dos inmuebles que aún conservan en su localidad natal y al que todavía hoy acude con regularidad el expresidente del Valencia CF Juan Soler. De hecho, la finca que en breve tendrá nuevo propietario es su residencia habitual en las jornadas de retiro en el municipio. La otra propiedad de la familia en la localidad está en pleno centro, en la conocida como plaza del Marqués y es la vivienda en la que nació su padre Bautista hace ya 85 años.
El chalé tiene un importante valor emocional para esta familia de empresarios, quienes todavía gozan de una gran estima y arraigo en la localidad. De hecho, junto a la sencilla puerta de madera que da acceso a la parcela luce un cuadro de cerámica con el mote por el que se les conoce en Turís: Els Tramussers. La leyenda alude al oficio del bisabuelo del constructor, quien acudía a este municipio de la Ribera a vender su mercancía desde Torrent.
La residencia que en breve saldrá a subasta está en la calle Castellet, a las afueras del municipio. En total, la parcela cuenta con 861 metros cuadrados de superficie, los cuales 442 metros son de superficie construida. Dispone de un amplio jardín con piscina y está enfrente de otra parcela de 5.000 metros cuadrados que también es de su propiedad y en la que disfruta de otra piscina y varias pistas de frontón.
La subasta forma parte del proceso de liquidación de la sociedad inmobiliaria Urbanas de Levante, matriz del grupo de empresas del expresidente del Valencia, en concurso de acreedores desde abril de 2013. Juan Bautista Soler se vio obligado a solicitar el procedimiento por los graves problemas de liquidez que arrastraba desde hacía años.
Las dificultades económicas de la compañía -a través de la que Soler llegó a controlar el 37% de las acciones del Valencia CF- se remontaban al menos hasta 2007, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria y el inicio de una crisis que solo ha traído malas noticias para el empresario, que heredó el emporio inmobiliario de su padre.
La huella de los Soler es palpable en el municipio. A pesar de que Bautista Soler se marchó de allí en los 40 para hacer carrera como empresario en la capital, los vecinos todavía recuerdan lo que hizo por el pueblo.
Entre otras cosas, sus aportaciones permitieron levantar un conservatorio municipal, un centro de discapacitados, reubicar el altar de la iglesia, construir un paseo y ampliar el cementerio para enterrar a personas sin recursos. Hasta el campanario de la iglesia lleva su firma. «Esta torre-campanario fue terminada por Don Bautista Soler Crespo en memoria de su esposa Doña Lola Luján Palmero. 16 de octubre de 1998», luce una placa de piedra en la base de la torre.
Desde la declaración de insolvencia de Urbanas de Levante, Juan Soler no ha parado de sufrir desdichas. Además de estar imputado por apropiación indebida en una de las querellas presentadas por la quiebra de Banco de Valencia, el empresario, presuntamente, se vio envuelto hace casi un año en un tortuoso intento de secuestro del empresario Vicente Soriano.
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