Jose Forés Romero
Miércoles, 3 de junio 2015, 15:15
El pasado viernes 29 de mayo llegaba al ayuntamiento de Valencia un pedido que constaba de medallones, insignia, fajines, bandas y de las deseadas varas de mando. En concreto eran diez varas o bastones, los que eran depositados en la casa consistorial.
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La empresa encargada de hacerlo es Art Valencià, que lo viene realizando desde 1987. «Para este caso, se fabrican con madera de haya, pero también existen de palo santo y de ébano. Además las empuñaduras vienen con el anagrama del ayuntamiento y se distinguen unas de otras por el cordón, que es de oro y negro para el alcalde y de oro y grana para el teniente de alcalde», explica Marian Civera, gerente de la empresa que realiza todo tipo de artículos civiles y militares y que también trabaja para la Casa Real.
Resulta llamativo que no haya un preciado y simbólico bastón cargado de historia. Es decir que no existe vara alguna en el Museo de la Ciudad o en otro recinto y que fuera portado por los que mandaron en otras épocas como Luis Oliag, el Conde de Salvatierra o Tomás Trenor. Nada de eso. Ni siquiera las actuales gozan de privilegios especiales en cuanto a su trato. Se van almacenando y solicitando a medida que van sufriendo los rigores del tiempo.
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