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La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ayer, antes de su comparecencia. :: jesús signes
«Me voy tras poner a Valencia en el mapa»

«Me voy tras poner a Valencia en el mapa»

La candidata del PP renuncia al acta de concejal y hace balance de sus mandatos: «Me marcho como siempre he querido, con dignidad»

PACO MORENO

Sábado, 13 de junio 2015, 00:35

valencia. Día de emociones, despedidas y balances ayer en el Ayuntamiento de Valencia. La noticia se extendió a primera hora de la mañana, cuando la alcaldesa en funciones, Rita Barberá, empezó a recorrer los distintos edificios municipales para agradecer el trabajo a los funcionarios y decirles adiós. Tras 24 años al frente de la tercera ciudad de España, manifestó después en una multitudinaria comparecencia ante la prensa que «me voy como siempre he querido, con dignidad».

Al mismo tiempo que hablaba, la representante legal del PP acudía a la Junta Electoral para presentar la renuncia de Barberá al acta de concejal. «Nadie me puede quitar el honor de haber sido alcaldesa de Valencia», subrayó en un balance trufado de sentimientos, datos económicos y advertencias sobre el futuro del cap i casal.

Pese a haber ganado las elecciones, los diez concejales logrados por el PP no han sido suficientes para impedir el tripartito encabezado por Compromís y completado por el PSPV y València en Comú. A las diez y media de la mañana, hoy comenzará el acto de investidura de Joan Ribó como alcalde de la capital de la Comunitat, algo que Barberá no verá porque desde ayer por la mañana ya no forma parte de la nueva Corporación municipal.

Al referirse a su futuro político, destacó que la presidencia del grupo parlamentario popular en Les Corts será «como volver a empezar porque eso es lo primero que hice». Reiteró que «mi etapa como alcaldesa es la que justifica toda una vida, es la más feliz y la más fructífera por el bienestar que produce, por el trabajo hacia las personas. Es el mayor honor que se puede tener, ser alcaldesa de tu propio pueblo».

Aseguró que «he sido alcaldesa con unos tiempos extraordinarios en democracia: 24 años como alcaldesa, el mayor número de votos conseguido en una candidatura, el mayor porcentaje, ganar en todos los distritos de la ciudad, obtener el mayor número de concejales y eso me lleva a un sentimiento de profunda gratitud a los valencianos, y la petición de perdón por otra de aquello que me haya podido equivocar».

A los valencianos les dijo que «nunca les he engañado, si algo no he podido cumplir lo he dicho abiertamente pero nunca les he engañado conscientemente. Para ellos seguiré trabajando». En una intervención escrita dijo que «no vengo a decirles adiós, soy valenciana, vivo a unos cientos de metros de aquí y seguiré atenta, ahora muy preocupada por Valencia y España por el momento tan delicado».

«Hemos puesto a Valencia en el mapa», reiteró al señalar que «me voy con orgullo de convertir en realidad un proyecto de oportunidades para todos los valencianos». En cuanto a la Valencia que deja «nada tiene que ver con la gris, apática y sin pulso que me encontré en 1991; creo que he cumplido el trabajo encomendado en todos los mandatos hasta este. Hemos creído en Valencia, ese es nuestro principal legado y hemos crecido en autoestima», dijo.

En su opinión, la ciudad de hoy «es fruto de haber creído en ella, de poner en valor su potencial. La ambición por Valencia han sido fundamentales, así como la anticipación con muchos de sus proyectos. Hoy es una ciudad innovadora y generadora de oportunidades».

En clave política dijo que «ha sido fundamental estos años la estabilidad, confianza y seguridad jurídica, necesarias para todos y para facilitar las inversiones». En su extensa intervención, apenas lanzó ninguna crítica a los partidos de la todavía oposición municipal y tuvo palabras de ánimo para los diez concejales del PP que seguirán en el Ayuntamiento.

Lágrimas de Bernal

Hubo momentos emotivos en la rueda de prensa, aunque la alcaldesa mantuvo la entereza en todo momento. A su lado, la concejala en funciones de Parques y Jardines, Lourdes Bernal, no pudo evitar unas lágrimas cuando la primera se refirió a los ediles.

Barberá comentó también la carta de despedida de la Federación de Vecinos, cuya presidenta, María José Broseta, le agradeció la colaboración con las asociaciones vecinales, en una relación «más que correcta, cercana y cordial a pesar de las discrepancias».

A la nueva Corporación y gobierno deseó «mis deseos de los mayores aciertos porque será lo mejor para la ciudad de Valencia». A preguntas de los periodistas, dijo que «mi tiempo aquí ha terminado y ahora está en Les Corts».

Sobre su futuro a medio plazo y un posible puesto en el Gobierno de Mariano Rajoy respondió que «soy amiga del presidente pero no sé lo que piensa ni los cambios que va a hacer. Yo vivo con serenidad, dignidad y aceptando las cosas», aseguró.

De los momentos duros dijo que «no me quiero acordar y de los felices, ser alcaldesa y asistir a la transformación de Valencia». Dijo que mantiene sus dudas sobre la posición del gobierno del tripartito sobre las señas de identidad valencianas y las fiestas religiosas.

«He visto declaraciones de hacer separaciones que el Ayuntamiento colabora con la Iglesia de manera fundamental para hacerlas, por eso tengo dudas de que puedan hacerlas», comentó.

Acerca del plan urbanístico del Cabanyal, dijo que «me he entregado como con el resto de los barrios. Probablemente el Ministerio de Cultura seguirá con la revisión de la orden ministerial, pero de eso ya no puedo hacer nada». La apuesta por la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez ha sido una de las bazas importantes en la recta final del mandato, aunque las negociaciones con el Gobierno se han dilatado de tal manera que no ha sido posible desbloquear las licencias de obras hasta el pasado mayo.

Tras su renuncia accederá al grupo popular María Jesús Puchalt, número 11 en la lista y hasta ahora delegada de Comercio y Mercados. El nuevo portavoz, Alfonso Novo, esperará a que el tripartito decida el gobierno municipal para repartir las tareas del que será el principal grupo de la oposición, seguido por los seis ediles de Ciudadanos.

En cuanto a los grandes proyectos que se quedan en ejecución, la alcaldesa en funciones destacó el inicio de obras del Parque Central, donde la sociedad pública tiene en marcha el 40% de toda la superficie de la gran zona verde. El resto está pendiente del soterramiento de las vías y la estación Central.

También recordó el plan de la Marina, aprobado por el Ayuntamiento y donde el Consorcio ya tiene listos los pliegos de condiciones para el concurso de gestión del tinglado 2, el derribo de la antigua base del Luna Rossa o la misma concesión del Veles e Vents, icono arquitectónico de la dársena interior.

Aunque la alcaldesa no verá culminado como responsable municipal el proyecto del Parque Central, uno de los que más ha defendido en sus mandatos, destacó que ya era «una realidad» porque se han iniciado las obras de urbanización de su primera fase. La previsión es que esté terminado en 22 meses. Por lo que respecta al plan del Cabanyal, el Consistorio ya ha concedido las licencias paralizadas desde hace cinco años.

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