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Jose Forés Romero
Lunes, 15 de junio 2015, 17:38
Después de la fiesta vivida en la plaza del Ayuntamiento de Valencia el pasado sábado tras la investidura de Joan Ribó como alcalde de la ciudad, los vecinos que paseaban tranquilamente por los aledaños del edificio consistorial, lanzaban sus primeras peticiones entre las que se repetían las solicitudes de transparencia y sensatez a la hora de afrontar sus primeros días de gobierno. «Responsabilidad y sentido común», demandaba un jubilado que estaba encantado por el inicio de la nueva etapa.
Otros ciudadanos apostaban por las bicicletas por encima de los coches, algo de lo que Ribó es partidario y otros por la seguridad en los barrios. Los había también quienes pedían diálogos entre los partidos que conforman el hemiciclo. Y otros reclamaban que se cumpliera con lo prometido. «Que haga lo que dijo que iba a hacer, nada más».
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