P. MORENO
Jueves, 3 de septiembre 2015, 00:35
Hasta ayer por la mañana había 21 focos de mosquito tigre localizados en Valencia, el doble que hace 13 días. La progresión refleja la expansión de un problema que parece no tener fin y donde el Ayuntamiento hizo ayer un llamamiento a los vecinos para que ayuden a erradicarlo del cap i casal.
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La delegación de Sanidad, gestionada por la socialista Maite Girau, mantiene una actualización casi diaria de los focos detectados. Puede ser gracias a los 200 cebos colocados o por avisos de los residentes, la respuesta es siempre la misma: el tratamiento se refuerza y después se compruebe si hay más focos.
La enumeración es larga y se inicia en el Jardín Botánico, donde se encontraron los primeros ejemplares de este insecto, encuadrado entre las cien especies invasoras más peligrosas del momento. El motivo es que son capaces de transmitir enfermedades como el virus del ckikunguña, una dolencia tropical.
Los síntomas de esta fiebre son similares a los de una gripe, ya que produce fiebre alta y fuertes dolores articulares, además de dolores musculares, de cabeza, náuseas y erupciones cutáneas.
A partir del Botánico, los focos se fueron extendiendo a todos los barrios. Calles como Grabador Jordán, Sogueros, Ingeniero Joaquín Benlloch, la plaza de Santa Apolonia, Carteros, la avenida del Cid y la plaza Beatriz Civera, entre otros.
También Campoamor, José Aguilar, la avenida de los Pinares, El Palmar y Massarrojos, junto con Arquitecto Alfaro. El protocolo marca, indicaron las mismas fuentes que se rocía un radio de 150 metros alrededor del lugar donde se han detectado larvas o ejemplares adultos.
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Pero la preocupación se dispara ahora, debido a que las lluvias de estos días son un caldo de cultivo excelente, al combinarse con jornadas de calor en el último tramo del verano. De ahí el interés de Girau en que los vecinos «prevengan todas las situaciones posibles donde se desarrolla el mosquito tigre».
En síntesis, se trata de eliminar todos los charcos de agua limpia, por muy pequeños que sean. Los restos en el cubo de la fregona, un pequeño encharcamiento alrededor de un aspersor o un escurreplatos son lugares indicados para que en seis días se conviertan en lugares de cría de estos insectos invasores.
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Por este motivo se ha ideado un protocolo de emergencia por lluvias extraordinarias durante los próximos días en lugares sensibles del término municipal, como el nuevo cauce, que podría incrementar su caudal, las acequias de riego de la zona de Marítimo y Pinedo y las malladas de El Saler en la Albufera.
La previsión meteorológica es que llueva estos días, por lo que los técnicos «han dispuesto ese mapa de acción rápida para reforzar los tratamientos». Girau subrayó la importancia de que «cada vecino, desde su casa, colabore en la medida de lo posible. En primer lugar, hay que evitar todo lo que se pueda la presencia a la intemperie de enseres o recipientes capaces de acumular pequeñas cantidades de agua».
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La delegada añadió que «el agua estancada no debe permanecer más de 3 ó 4 días, para impedir el ciclo biológico del mosquito». Para ponerse en contacto con el Consistorio, está el teléfono 010 y también a través de la plataforma informática www.atrapaeltigre.com, que cuenta con una aplicación.
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