Alumnos de la universidad popular de Benimaclet denuncian la eliminación de clases y profesores

Veintiocho centros tiene la Universidad Popular repartidos por toda la ciudad de Valencia. Esta semana han comenzado las clases del nuevo curso y en el centro de Benimaclet un grupo de alumnos ha mostrado su descontento al encontrarse con la eliminación de algunas clases y turnos.

Nuestra reivindicación es que se van eliminando clases paulatinamente y no nos damos ni cuenta; un año venimos y se ha eliminado una, otro año venimos y se ha eliminado otra, denunció Paz González, alumna de 60 años. Este año nos ha tocado la clase de Medios de Comunicación; no nos advirtieron en junio y nosotros hicimos la matrícula, nos inscribimos, y nos han dicho ahora en septiembre que queda eliminada, añadió.

El pasado lunes este grupo de alumnos de la UP de Benimaclet presentó un escrito en dependencias del Ayuntamiento mostrando su disconformidad con esta situación y pidiendo la puesta en marcha de nuevo de su asignatura.

Benimaclet es un barrio vivo, que clama por la cultura; la universidad popular es un lugar al que la gente viene a aprender, nos gusta aprender, señaló María G., la alumna más veterana de este grupo, con 86 años a sus espaldas. Si siguen eliminando clases acabarán eliminando la universidad popular, apuntó Paz González.

Otra asignatura que ha visto recortada el número de clases, según las afectadas, es la de gimnasia. Es una asignatura con mucha demanda, porque es muy divertida; ahora hay tres clases sólo en un día y antes era toda la semana, han quitado los grupos y han despedido a un profesor más, aseguró Olga Villaplana, alumna de 51 años.

Para este grupo de alumnos la universidad popular es algo más que un pasatiempo. Además de que aprendemos mucho, luego tenemos una unión muy bonita, hemos creado grupos que, para mí, es tan importante como aprender, y eso al final se va a perder, comentó Concha Seguí, de 69 años.

Precisamente el pasado lunes el alcalde de Valencia inauguró el nuevo curso de la universidad popular en San Marcelino. Joan Ribó reconoció que estos centros cumplen una función social extraordinaria que hay que cuidar. Además, se comprometió a dar a la UP el reconocimiento que merece y convertirla en un proyecto real de la ciudadanía.

En ese mismo acto el alcalde de Valencia admitió que su administración ha podido comprobar que la UP se ha mantenido viva los últimos años sostenida por la iniciativa y profesionalidad de sus formadores, y que todas las instalaciones no tienen las condiciones que nos gustaría, así que vamos a proceder a la revisión y adaptación de las infraestructuras existentes a las nuevas necesidades.

Para este nuevo curso un total de 28 centros, localizados en los diferentes distritos de la ciudad, acogerán a los cerca de 9.000 alumnos matriculados, ofreciendo un total de 22 actividades formativas.