El tren del Parque Central

Los cimientos ya marcan el lugar donde se levantará el primer muelle de carga de los cuatro que tendrá el Parque Central para equipamientos públicos. Las obras próximas a la calle Filipinas, en el barrio de Ruzafa, han empezado la adecuación del solar para la reconstrucción del primero de los inmuebles ferroviarios que obligó a mantener la Generalitat por su valor patrimonial. El uso está por decidir y será competencia del Ayuntamiento, que el pasado julio habló de sanitario, educativo o incluso deportivo para otros inmuebles.

La sociedad Parque Central se encarga de la construcción del jardín y de rescatar las naves, mientras que el gobierno municipal decidirá su futura utilización. Sin embargo, el cambio de gobierno municipal ha dejado todo esto en el aire, dado que se ha pasado de la intención del Partido Popular de impulsar un centro cultural similar a la Rambleta a escucharse ahora sólo equipamientos para los vecinos más próximos.

En todo caso, hay tiempo para la negociación dado que la primera fase del jardín estará acabada por completo a mediados de 2017, seguramente en mayo. Las empresas adjudicatarias del proyecto, que se eleva a 15 millones de euros, siguen el diseño de la paisajista norteamericana Kathryn Gustafson, que sí propuso algunos usos en su propuesta.

La rehabilitación del muelle de carga en la calle Filipinas será pronto una de las tareas más visibles de las obras, que en el resto del ámbito siguen con la limpieza de los solares y el movimiento de tierras. Además, debido a la dificultad de lograr la cesión anticipada de algunas parcelas, la ejecución de proyecto se ha centrado más en la rehabilitación de unas naves protegidas.

Los muelles fueron desmontados hace años para aprovechar al máximo los materiales y poder reutilizarlos. En algunos casos mantienen la cubierta original pero hay casos donde se han perdido las tejas. Así, el aspecto general será el de unas naves alargadas y estrechas, con cubierta a dos aguas y aperturas laterales que en su día sirvieron para la carga y descarga desde los vagones.

Sobre las propuestas de Gustafson, en una de las zonas que denomina Jardín Huerto plantea que uno de los muelles sirva como cafetería y restaurante, junto a unos talleres sobre alimentación, agricultura sostenible y gestión de huertos. Esto queda fuera del presupuesto actual de las obras.

Las asociaciones y plataformas vecinales de Ruzafa están más interesadas en los equipamientos que se ubicarán en unas naves mayores, alguna atribuidas al arquitecto Demetrio Ribes, aunque también están pendiente de los muelles.

La paisajista norteamericana se refiere a otro de los muelles en el ámbito conocido como Exposición de Jardines Mediterráneos, donde plantea que sea para un invernadero. Los otros dos servirán como zona de juego de niños, un mercadillo de productos ecológicos y otro restaurante.