El Cementerio Británico abrirá sus puertas al público el 1 de noviembre

Justo enfrente del Cementerio General de Valencia se encuentra el Cementerio Británico, una edificación de mediados del siglo XIX que tenía por objetivo servir de punto de entierro para los súbditos británicos que no podían recibir sepultura en los cementerios públicos, entonces católicos.

Se trata de un enclave poco conocido en la ciudad de Valencia que ha sido víctima de actos vandálicos en el pasado y cuya situación ha sido denunciada en varias ocasiones por instituciones como el Síndic de Greuges o asociaciones como el Círculo por la Defensa y la Difusión del Patrimonio Cultural.

De hecho, un informe del Consell Valencià de Cultura, órgano asesor de la Generalitat, fechado en mayo de 2012, dejaba constancia del mal estado general del cementerio desde el punto de vista arquitectónico y jardinístico.

El nombre original es Cementerio Protestante Británico. Sin embargo, es un lugar aconfesional, donde descansan personas de 21 nacionalidades distintas y de diferentes credos. A estas personas se les tenía que enterrar en algún sitio, y no fue permitido en el General porque no eran católicos; aunque aquí tenemos también católicos, seis españoles con sus esposas, o navegadores polacos católicos que no querían estar en nichos, explicó Diana Clifton-Sewell.

Esta británica es la portavoz del Club Internacional de Mujeres (IWC) de Valencia, que desde hace tres años se ha puesto como objetivo cuidar, dentro de sus posibilidades, del cementerio. Ahora trabajan para que esté todo preparado para el próximo domingo, 1 de noviembre, el único día en que abren las puertas al público salvo por peticiones privadas.

Por desgracia perdimos a una de nuestras socias más amadas, Bonnie, y en su nombre creamos el jardín de la entrada The Bonnie Garden, y en una esquina del cementerio el Jardín de los Recuerdos, para colocar las cenizas, destacó.

La más generosa ha sido la dueña de Cambridge School, en Rocafort, que es miembro de nuestro club, y que ha donado dinero para pintar y dignificar la fachada, la entrada y la capilla; todo para conseguir que esto sea digno, añadió Diana Clifton-Sewell.

Lo que queremos con nuestro esfuerzo es conseguir un sitio digno y atractivo; es un sitio muy bonito, diferente a lo normal, es como un jardín, y hacemos lo que podemos, concluyó.