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El barco sí es lugar para jóvenes valencianos

El barco sí es lugar para jóvenes valencianos

Ante la falta de oportunidades en tierra, la juventud se interesa de nuevo por trabajar en el mar como pescadores

Rafa Muñoz

Lunes, 7 de diciembre 2015, 00:41

El de pescador es, probablemente, uno de los oficios más duros que existen. Es por ello que años atrás hubo miedo en el sector de que no se produjera un natural relevo generacional. La crisis, sin embargo, que también golpeó a este sector como a tantos otros, dejó algo beneficioso en este aspecto. Y es que los jóvenes que no podían encontrar trabajo en tierra, lo buscaron en el mar.

Es lo que cuenta Felipe Gimeno, el Patrón Mayor de la Cofradía de Pescadores de Valencia. Y pone como ejemplo el de sus dos hijos gemelos, que con 25 años, y tras no encontrar oportunidades en tierra firme, decidieron continuar la tradición familiar y enrolarse en el Playa La Mata, el barco pesquero de su padre.

El trabajo en tierra se acabó, y ahora se buscan la vida intentando trabajar en el sector pesquero, donde hay plazas para trabajar, explicó Felipe Gimeno. Llevo toda la vida, comencé a los 14 años, y ahora llegan los niños que, ya son hombres, y están ya cogiéndose a esto para poder vivir del sector pesquero, añadió. Conforme estamos hoy en día es lo más práctico para poder tener un trabajo; lo veo bien y con futuro, señaló el Patrón Mayor de la Cofradía de pescadores.

Sus dos hijos, Felipe y Javier, tienen ahora 27 años. Fue hace dos cuando decidieron asumir la tradición familiar, a pesar de que hasta ese momento no habían estar interesados. Mi familia ha sido pescadora de toda la vida, pero yo jamás había tocado el mar; no tenía trabajo en tierra y me decidí a hacerme un barquito y comenzar una vida trabajando en el mar, comentó Javier Gimeno.

Nosotros empezados hace dos años sin saber nada; pasamos de estudiar y estar con los amigos a meternos en este mundo que es totalmente diferente a cualquier trabajo en tierra, aseguró su hermano Felipe, a los mandos del barco que han heredado de su padre, ya jubilado.

Tenían miedo de que esto se pudiera perder, porque no venía gente nueva a interesarse por este oficio; a raíz de la crisis mucha gente tuvo que buscarse la vida y quiso hacerse marinero para trabajar, señaló Javier.

Y es que no es fácil dedicarse a la pesca. Es, quizás, uno de los trabajos más duros. Tienes que levantarte de madrugada para estar en el mar ya de noche, sea invierno o verano; aquí no hay fines de semana, salimos dos veces al día, llegamos tarde a casa y a veces incluso ni eso, nos quedamos en las literas hasta que toca volver a salir, destacó Javier. No paras de trabajar, estás moviéndote todo el día, es mucho esfuerzo físico; y además has de conocer los sitios donde puedes ir para ganarte la vida, porque no en todos lados hay pescado, añadió.

Se encuentran en estos momentos inmersos en la temporada baja de capturas, que durará hasta marzo. Nosotros ahora estamos pescando lenguado y marisco, porque con estas fechas y este frío intentamos buscar pescados de suerte, buenos, grandes, y esperando sacar cuatro mariscos para que nos vaya bien a final de mes, señaló Felipe hijo.

La verdad es que me gusta, y estoy aspirando a tener más títulos y poder comandar un barco más grande; nunca se sabe, pero esto me gusta y de momento está bien; querría hacerme mi propio barco algún día, pero las cosas están difíciles; lo intentaremos, concluyó.

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