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Rafa Muñoz
Martes, 9 de febrero 2016, 20:57
Lasprovincias.es ha visitado diez de los lugares más bonitos de la ciudad, algunos de los cuales puede que sean auténticos desconocidos para los propios valencianos. Son diez rincones de Valencia que te enamorarán.
La primera visita nos lleva al antiguo Real Convento de Predicadores de Santo Domingo, sede del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad. Este edificio, que data de 1239, es Monumento Histórico Artístico Nacional, y desde hace siglo y medio es conocido como la Capitanía General de Valencia. Se puede visitar en grupos previa cita telefónica.
Estamos ante una joya arquitectónica, con más de 750 años de historia; es un gran atractivo turístico, de ahí nuestro esfuerzo en mostrarlo con visitas guiadas y gratuitas casi a diario en grupos de no más de 30 personas, así como jornadas de puertas abiertas a lo largo del año, explicó el Comandante Rubén Latorre, jefe de Comunicación del CGTAD.
En la calle Quart se encuentra el Jardín Botánico, que fue fundado en 1567 como huerto ligado a los estudios de medicina. En 1802 se asentó finalmente donde se encuentra actualmente. Se trata de uno de los pulmones de la ciudad, situado en pleno corazón de la urbe.
El Jardín dedica su investigación al conocimiento de la diversidad vegetal, así como a la conservación de especies raras y amenazadas. Además, es conocido por su incesante actividad educativa y cultural.
En la Plaza Cisneros, a la espalda de las Torres de Serranos, encontramos un edificio privado que destaca por su gran belleza. Flanqueado por el Palacio de Cerveró y el Palacio del Señor de Náquera hoy sede de Cáritas Diocesana, se encuentra un edificio color crema que llama la atención. La estampa, con los naranjos que adornan la plaza, es de auténtica belleza.
Mucho más conocido es el Palacio del Marqués de Dos Aguas, que actualmente alberga el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí.
La construcción de este palacio se debe a la familia Rabassa de Perellós, que adquirió el señorío de Dos Aguas en 1496. Durante siglos el edificio sufrió reformas y amplió su superficie. La rehabilitación más importante se acometió entre 1854 y 1867.
En el año 1949 este llamativo edificio fue adquirido por el Ministerio de Educación para ubicar la importante colección de cerámica de Don Manuel González Martí. En 1990 el museo cerró al público para ser rehabilitado. Las obras duraron ocho años, hasta que en 1998 finalmente reabrió sus puertas.
En el barrio del Carmen nos encontramos con el Portal de Valldigna, un portillo abierto en 1400 en la muralla islámica para comunicar la ciudad con La Morería. La puerta es un arco de medio punto de sillería que le asemeja a los arcos de herradura árabes. Contiene un retablo de inspiración gótica que representa a Jaume I.
Uno de los puntos emblemáticos del Carmen; el portal, aunque formó parte de la antigua muralla árabe, tiene origen cristiano; esta calle fue muy señorial dentro del barrio, y acogió una de las primeras imprentas de España, explica el historiador Rafael Solaz.
Cerca de Mestalla se encuentra el Palacio de la Exposición, construido en 1909 por el arquitecto Francisco Mora Berenguer, que consiguió levantarlo en 70 días y llegar a tiempo a la inauguración de la Exposición Regional de Valencia en mayo de ese mismo año.
Es un edificio muy característico, pues fusiona en un solo conjunto la arquitectura civil, militar y religiosa de la época. Fue rehabilitado durante siete años, hasta 2002, recuperando entonces su esplendor y sirviendo para la celebración de recepciones, banquetes y actos protocolarios.
Cerca de las Torres de Quart, en la calle Corona, se encuentra el Centre Cultural La Beneficència. Este edificio fue en la antigüedad un convento de agustinos, y luego de franciscanos. En 1840 fue adquirido por la Diputación de Valencia, y se convirtió en un centro asistencial para menores en situación de riesgo.
Desde 1981 alberga el Museo de Prehistoria de Valencia y el Museo Valenciano de Etnología. Además, también tienen allí sus oficinas el Instituto Alfonso El Magnánimo y el Servicio de Asistencia y Recursos Culturales.
Frente a la Estación del Norte se levanta un edificio imponente. Fue diseñado en 1929 por Enrique Viedma Vidal, que también había construido la Finca Roja. Se le conoce como el edificio de La Unión y el Fénix, y en su parte superior destaca un pequeño templo de columnas coronado por un águila con las alas despegadas, y cabalgada por un hombre.
Otro jardín que es un pequeño tesoro dentro de la ciudad es el de Monforte. Tiene su origen en el huerto de Don José Vich, barón de Llaurí. A finales del siglo XIX pasó a ser propiedad de Don Joaquín Monforte Parrés, que le dio su nombre a los jardines, declarados en 1941 como Jardín Artístico Nacional. Desde 1970 es propiedad municipal y está abierto al público desde 1973.
La última visita la realizamos a un lugar que no pasa inadvertido para casi ningún turista que pasea por el centro de Valencia. En la plaza Lope de Vega se encuentra la que, dicen, es la finca más estrecha de Europa, con sólo 107 centímetros de ancho en su fachada.
Inicialmente era lo que se ve, y vivían ahí; tenían un catre, una mesa con varias sillas y una cocinita pegada a la pared; había turistas que venían con guía y nosotros pensábamos que las anécdotas que les contaban eran mentira, hasta que una mujer que vivió ahí de niña nos dijo que era todo verdad, explica Alberto Martínez, propietario de la Tasquita La Estrecha.
En la actualidad la finca está unida al edificio contiguo, y da nombre al bar que se encuentra en el bajo de la plaza Lope de Vega de Valencia.
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