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I. DOMINGO
Domingo, 14 de febrero 2016, 03:04
Ni el intenso viento que ayer sopló en Valencia pudo con las ganas del público de volver a pisar las instalaciones de l'Oceanogràfic, sumergido en un proceso de renovación de instalaciones tras la llegada de Avanqua a la gestión del complejo. En total, nueve millones son los que tiene previsto invertir la empresa este año en mejorar este espacio de la Ciudad de las Ciencias.
Tras un mes de cierre temporal para acometer las actuaciones, ayer reabrió sus puertas con algunas obras aún en marcha pero que ya no afectan a la visita del público al estar muy focalizadas. Seguirán así hasta el 3 de marzo, fecha prevista para la inauguración oficial. Será entonces cuando lleguen a l'Oceanogràfic nuevos inquilinos como los cocodrilos sudafricanos, a los que actualmente se acondiciona su hábitat; las mariposas, cuyo nuevo espacio sí que puede verse ya; los tiburones martillo; los leones marinos de Steller; o las tortugas gigantes del Índico, que se encuentran en proceso de hibernación.
Hasta entonces, los animales que se pueden contemplar son las que estaban hasta ahora en el parque, como focas, leones marinos, pingüinos, tiburones, delfines o belugas, quizás las especies más fotografiadas y más buscadas, sobre todo por los más pequeños.
Entre los cambios que el visitante (a mediodía ya habían pasado 3.500 personas) puede percibir figuran, entre otros, la renovación de la pavimentación, la moqueta, la iluminación y la señalización, que ahora es más clara y permite identificar las distintas zonas por colores. Además del cambio en el edificio de acceso, al que da la bienvenida, en el exterior, un inmenso logo serigrafiado elaborado con 25.000 lentejuelas (por cierto, se ha recuperado la imagen original de hace 13 años); y, en el interior, la beluga de vareta elaborada por el artista Manolo García, que mide nueve metros.
Precisamente artistas falleros son los que también realizan la tematización de las rocas y otros elementos que componen los hábitats de los inquilinos de l'Oceanográfic, según explico su subdirector, Eduardo Nogués, quien también resaltó «la normalidad» con la que transcurrió la reapertura. Otra de las áreas en las que se sigue trabajando es en la purificación del lago para que pase de ser ornamental a dormidero para aves migratorias.
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