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PACO MORENO
Martes, 22 de marzo 2016, 00:16
Atentos motoristas porque desde ayer no se puede estacionar las motos en las aceras del Ensanche, en concreto en el triángulo delimitado por la Gran Vía Marqués del Turia, Jacinto Benavente y Reino de Valencia, además de la avenida Peris y Valero. Las zonas de los peatones quedarán completamente libres de motocicletas, según anunció el concejal de Movilidad, Giussepe Grezzi.
Se trata de la primera medida de este tipo de gran ámbito tras las pruebas realizadas en la misma plaza del Ayuntamiento y calles como Barcas, donde en los últimos meses «se bajaron» las motos a la calzada con parkings reservados hasta entonces para la zona ORA de coches.
Grezzi indicó a LAS PROVINCIAS que la iniciativa está respaldada por informes técnicos, argumentando que la ordenanza actual es «ambigua» en lo que respecta al aparcamiento de motos en las aceras. Además, la cobertura jurídica está respaldada, afirmó, por la señalización que prohibirá el estacionamiento.
La iniciativa llega un día después de la vuelta a la normalidad del tráfico en la ciudad, la primera jornada laborables tras las Fallas y con los equipos de limpieza todavía repasando los rincones para retirar los restos de basura.
Grezzi comentó el trabajo previo realizado con el censo de las motos estacionadas sobre las aceras del entorno, realizado en febrero, en el que se contabilizaron las no estacionadas en calzada y su ubicación. Después de hacer números, la decisión del Consistorio fue reservar 297 nuevas plazas de estacionamiento en la zona afectada, que se suman a las 56 existentes. Con eso se espera, según la tesis del gobierno municipal, satisfacer la demanda actual.
La apertura de las 300 plazas, a costa de espacio de estacionamiento de vehículos, viene acompañada de la prohibición explícita de aparcar en las aceras, lo que se subrayará con señalización en la zona, para «consolidar el uso exclusivamente peatonal de las mismas».
De esta manera, las motos que quieran estacionar en la zona deberán hacerlo en uno de los estacionamientos habilitados a tal efecto, no pudiendo hacerlo en ningún caso sobre la acera. Está por ver si la Policía Local hará algún tipo de campaña informativa o directamente de multas a los vehículos mal aparcados los primeros días.
El delegado de Movilidad indicó que la actual ordenanza de Tráfico será modificada este año, aunque «con un proceso participativo». Se dan por descontados cambios en el estacionamiento de motos en las aceras, en una norma que ahora permite aparcar en cordón si el espacio peatonal tiene tres metros de anchura, o en batería si supera los seis metros desde la fachada.
Para Grezzi, la redacción de los artículos referidos al estacionamiento son ambiguos, lo que ha servido para propiciar cierto descontrol desde que fue aprobada. La normativa abre la posibilidad en su «ambiguo redactado» de estacionar en las aceras en algunas circunstancias, pero nunca en aquella en cuyo perímetro existan plazas señaladas para aparcamiento de motos, ni en zonas y calles peatonales si no se indica lo contrario.
Las restricciones en el Ensanche y algunas zonas del centro se han extendido a algunos barrios, lo que empezará a ser más visible los próximos días con la colocación de las señales de tráfico.
En este sentido, desde la delegación de Movilidad indicaron que, aunque no esté señalizada la prohibición, las motos tampoco tienen permitido aparcar en las aceras en cuyo perímetro existen plazas reservadas para estacionar en la calzada. Por este motivo, indicaron, esto ya sucede en calles de Zaidía, Pla del Real o Extramuros, en las que durante las últimas semanas se han pintado 500 nuevas plazas (en el entorno de Mestalla se han establecido 246), que deben estar despejadas para su exclusivo uso peatonal.
El objetivo, comentó el concejal de Movilidad es «consolidar el uso correcto de cada espacio, dejando las aceras libres para los peatones, que somos todas las personas, y algunas con dificultades de movilidad añadidas, por lo que cualquier obstáculo añadido está de más».
En su opinión, con esta medida que «satisface las demandas tanto de asociaciones vecinales como de usuarios de moto, consolidamos el uso lógico de la vía, con los vehículos de motor y las bicicletas en la calzada, y las personas por la acera, contribuyendo a acabar con esa mala costumbre de circular con la moto en marcha por encima de la acera hasta el lugar donde se aparca, algo que está rotundamente prohibido por la ordenanza».
Según la última estadística publicada por el Ayuntamiento, en la ciudad hay matriculadas un total de 52.373 motocicletas y 25.494 ciclomotores, lo que suponen en conjunto el 16,8% del parque móvil. En los últimos años ha crecido su importancia, tanto por la facilidad en movilidad como por la crisis económica, que ha llevado a muchos a optar por este medio de transporte, más económico que el coche. Su utilización es tan masiva que la Policía Local reserva zonas especiales de parking en los alrededores de la plaza del Ayuntamiento antes de cada mascletà en Fallas.
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