Los rostros de la nobleza valenciana

Un somero repaso de periódicos y revistas podrían llevar a la equivocada percepción de que la nobleza es algo que poco o nada tiene que ver hoy con la Comunitat. Sería una interpretación bastante alejada de la realidad. Valencia es cuna de algunos de los linajes más importantes de España y que influyeron decisivamente en su historia.

¿La primera universidad creada por los jesuitas hubiera estado en la Comunitat?; ¿hubiera recuperado el trono Alfonso XII el trono?; ¿Espartero habría permanecido más tiempo en el poder? o ¿hubiera sido Felipe III un mejor rey? Quizá sea historia ficción, pero detrás de cada uno de estos interrogantes la intervención de un miembro de la nobleza valenciana hizo que los hechos fueran tal y como los conocemos.

Algunos de estos linajes han ido desapareciendo a lo largo de los siglos integrándose en las grandes casas de la nobleza española, pero han mantenido su raigambre en la Comunitat o han surgido nuevos que han configurado una nobleza valenciana con características propias.

Ninguno o casi ninguno de los nobles valencianos vive de rentas, algo ahora reservado a linajes como los Alba o los Téllez-Girón. Todos tienen su trabajo. Hay una pintora, empresarios, abogados, arquitectos, inspectores de hacienda, profesores universitarios, comerciantes...

Como señala Juan Noguera, marqués de Cáceres y presidente de la Real Hermandad del Santo Cáliz, «privilegios tenemos pocos» y recuerda que para acceder al título hay que hacer frente a una tasa.

A muchos de ellos se los puede encontrar en la Real Hermandad del Santo Cáliz, la Real Maestranza de Caballería o en la Orden de Malta o en las órdenes militares (como Santiago, Calatrava o Montesa). Algunos tienen un destacado papel en la sociedad valenciana mientras que otros, como el actual marqués de Dos Aguas, prefieren que su vida transcurra en un tranquilo anonimato.

Los grandes palacios en los que vivieron sus familias aún perviven, pero ya no son de su propiedad. Un paseo por el centro de Valencia permite reconocer los escudos de casas como los Borja (Palau de Benicarló), los Crespí de Valldaura (calle Santa Teresa en Velluters), los Centelles (condes de Oliva), dueños de un palacio en la calle Caballeros en el que llegó a vivir Doña Germana de Foix.

En esta misma calle se encuentra también la casa familiar de los Mercader, que llegaron a Valencia con Jaime I.

Esta semana el Ministerio de Justicia ha reconocido el derecho de sucesión de la nueva duquesa de Valencia con grandeza de España. La pintora extremeña Abigail Narváez, es descendiente directa del relevante político y militar decimonónico Ramón Narváez, nombrado duque por Isabel II en 1847. El título tuvo que ser rehabilitado en 2006 por la familia después de varios años sin pagar los derechos.

Además, también esta misma semana, el BOE ha reconocido el derecho a sucesión del marquesado de Lombay reclamado por la nueva duquesa de Osuna, Ángela María de Solis-Beaumont y Téllez Girón.

El fallecimiento de su madre el pasado año ha dejado vacante uno de los títulos más importantes de la nobleza valencia, el ducado de Gandía con grandeza de España inmemorial.

El duque de Gandía fue uno de los primeros grandes de España que nombró Carlos I en 1520. En posesión de la Casa Borja, que posteriormente se unió con los Centelles. El título, pasó en el siglo XVIII a la Casa Téllez-Girón, duques de Osuna que ostentan otros muchos títulos entre los que hay seis con grandeza de España. Ahora está a la espera de ser reclamado.

Algo similar ocurre con el Marquesado de Dénia, otro de los grandes linajes valencianos con grandeza de España desde el siglo XVI. Uno de los poseedores fue el principal valido de Felipe III. Actualmente se encuentra vacante por el fallecimiento en 2013 de la duquesa de Medinaceli.

El Marquesado de Villena fue otro de los linajes valencianos que jugó un importante papel en la historia de España, pero tras sublevarse contra los Reyes Católicos quedo reducido a un título honorífico que ahora pertenece a la Casa Escalona.

El Ducado de Segorbe tiene su solar en la localidad de Segorbe, aunque su relación con Valencia es escasa. El título se crea en el siglo XV para un sobrino de Juan II de Aragón y goza de la grandeza inmemorial de España. Posteriormente se integró en la Casa de Medinaceli, que también ostenta el Marquesado de Dénia. Ahora lo posee el hijo la fallecida duquesa Ignacio Medina y Fernández de Córdoba, también conde de Ribadavia.

Raigambre valenciana

Los Crespí de Valldaura es un linaje de origen francés que se estableció Valencia con Jaime I y tuvo un papel relevante en la conquista de Xàtiva. Los descendientes de esta familia ostentan entre otros títulos los de conde Orgaz, conde de Sumacárcer, barón de Callosa y conde de Almenara.

Descendiente de los Centelles es la actual marquesa de Malferit con grandeza de España, Marta Garrigues-Mercader. También ostenta los títulos de marquesa de la Vega de Valencia, baronesa de Cheste al Campo y de Montichelvo.

El Marquesado de Cáceres con grandeza de España pertenece a la casa Noguera. Pese a lo que pudiera parecer por el nombre, el título está íntimamente relacionado con Valencia. Carlos IV se lo concedió a un capitán de fragata de Cáceres que murió en Valencia sin descendencia. Desde 1813 está en posesión de la familia valenciana de los Noguera, que jugó un papel destacado en la Restauración borbónica.

El Marquesado de Dos Aguas ha sido uno de los linajes más importantes de Valencia llegando a competir en extensión y en número de vasallos con el Ducado de Gandía o el Marquesado de Dénia. La familia se remonta al siglo XV aunque no es hasta fines del XVII cuando logra de Carlos II el título de marqués.

Uno de los marqueses construyó el conocido palacio en el siglo XVIII, adquirido por el Estado en los años 40 del siglo pasado. En esta misma época Carlos III les otorga el Marquesado de Algorfa. Actualmente ambos títulos los ostenta Pascual de Rojas de Cárdenas.

Distintos miembros de la familia Trenor acumulan hasta 15 títulos nobiliarios. Eran unos comerciantes de origen irlandés que se instalaron en Valencia a principios del siglo XIX.

A medida que avanzaba el siglo se convirtieron en una de las familias más poderosas de Valencia. Su casa era el palacio de la Baronía de Alaquàs, que ahora es la sede de Lo Rat Penat.

Entre los títulos en posesión de esta conocida familia se encuentra el de marqués del Turia, que fue otorgado en 1909 a Tomás Trenor Palavicino por el rey Alfonso XIII por su colaboración en la Exposición Regional Valenciana. Su actual poseedor es Tomás Trenor y Puig, muy presente en la sociedad valenciana como presidente de la Junta Provincial de la Asociación Española contra el Cáncer y antiguo consejero del Valencia C.F.

Alfonso XIII nombró conde de Trénor a Francisco de Trenor en 1911, título que ahora está en posesión de Francisco Gómez-Trénor.

También manos de miembros de la familia Trenor son la Baronía de Alaquàs, Marquesa de Fuentehermosa y Condado de Caspe, entre otros.

Aunque sin relación directa con Valencia, Carlos IV creó para Manuel Godoy, uno de los personajes más controvertidos de la historia de España, el ducado de Sueca en 1804 al tiempo que le otorgaba la grandeza de España y le nombraba Príncipe de la Paz. Anteriormente ya le había designado duque de la Alcudia. Ambos títulos están ahora en posesión de Carlos Oswaldo Ruspuli y Morenés, natural de San Sebastián.