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J. A. MARRAHÍ
Lunes, 25 de abril 2016, 20:58
valencia. La presencia de militares valencianos fuera de nuestras en lucha contra el yihadismo va en aumento. Alrededor de 180 militares de la base valenciana de Manises partirán a principios de mayo para adiestrar al Ejército iraquí y dar protección a sus instalaciones ante la amenaza yihadista en el país, como confirmaron fuentes de Defensa.
Los miembros del Regimiento de Caballería Ligero Acorazado Lusitania 8 tienen su base en el acuartelamiento General Almirante de Marines. Constituyen el grupo más nutrido en un contingente más amplio de 300 soldados que España ha decidido enviar a Irak dentro de sus compromisos con la OTAN. Así, los hombres y mujeres de esta unidad valenciana estarán acompañados en su viaje por militares de Gerona, Zaragoza y Madrid.
El próximo viernes, justo de aquí una semana, se celebrará su despedida en la base de Marines y permanecerán en Irak durante seis meses, entre mayo y diciembre. Por el momento, el Gobierno no ha decidido que para el año próximo se produzca un relevo. El viaje de Lusitania 8 al país amenazado por fuerzas del Daesh no conlleva un desplazamiento de los vehículos blindados de esta unidad, únicamente del personal y de su equipación de armas.
Allí compartirán espacio con una amplia coalición internacional formada por militares de países aliados. A grandes rasgos, su cometido pasa por aportar conocimientos y técnicas a los militares iraquíes, corregir errores y, en definitiva, hacerlos más eficaces a la hora de combatir las fuerzas yihadistas.
Segunda misión en el país
La que se inicia en mayo es la segunda misión en Irak del regimiento Lusitania 8 en este milenio. Unos 150 de sus militares ya se desplazaron al país del suroeste asiático en 2003.
La nueva misión engrosa el número de militares de la Comunitat desplazados en misiones en el extranjero y muestra, al mismo tiempo, la importancia que para el Ministerio de Defensa poseen las unidades acuarteladas en tierras valencianas. Como avanzó LAS PROVINCIAS, un centenar de miembros del Regimiento de Artillería Antiaérea 81, también con base en Marines, partieron en enero a Turquía. Actualmente están al frente de una de las tres baterías de misiles Patriot del Ejército español que sirve en la misión de la OTAN para proteger el país ante posibles ataques procedentes de Siria.
Este material de guerra pasó en 2015 a estar bajo competencia directa de la unidad. De ahí que la mayoría de militares que ahora toman el relevo en el control de esta importante maquinaria de artillería proceda de Marines. Su regreso está previsto en junio.
Además, otro nutrido grupo de militares del Mando de Operaciones Especiales (MOES), con base en la localidad alicantina de Rabasa, permanecen en Irak entrenando al Ejército del país.
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