Luz y estrellas

Dos eventos benéficos protagonizan mi semana. Uno de ellos, a favor de la Fundación Espina Bífida, el otro a Pequeño Deseo. Así que en esta ocasión este, mi espacio, estará compartido.

El primero de ellos, organizado por Paula Alcón y Laura Pérez Vehí tuvo lugar en El Imperdible. Allí se organizó una cena, entre velas y luz tenue. Una de esas veladas de tiros largos en la que alrededor de 60 invitados se reúnen en torno a una mesa para una buena causa. Entre todos los asistentes, amigos y rostros conocidos de la sociedad valenciana.

Poco a poco, el local se fue llenando de gente que buscaba su lugar correcto en las mesas asignadas. Que si «tu vas en tul y yo en pata de gallo», o «yo me siento en moaré ¿y tú?»... No crean que se acaban de volver locos, es que las mesas llevaban nombres de telas (a las anteriores nombradas se les unieron chantilly, terciopelo, batista, raso, chifán, piqué y soutach).

Por parte de la fundación Espina Bífida, a la que fue a parar todo lo recaudado esa noche y cuyo objetivo es la integración y plena normalización de la vida de las personas afectadas de espina bífida, hidrocefalia u otras enfermedades o discapacidades con una problemática médica y social similar, estuvo presente su presidenta, Pilar García, que dirigió unas emotivas palabras de agradecimiento a todos los asistentes. Entre ellos, que apostaron por el traje de chaqueta y la corbata, y ellas, que sacaron sus mejores prendas, vestidos y joyas, estuvieron presentes Mayrén Beneyto, el doctor Juan Antonio Mira y Silvia Pardo, la pintora Helga Grollo, Magüi González-Barranca, Lourdes Roberto, Eugenia Villar, el presidente de la Fundación Bancaja Rafael Alcón, Elena Pérez Vehí, el doctor Juan Antonio Murgui, Andrés Llobell, Ángela Murria, Pilar Morera, Pilar Roberto, Sonia y Aurora Colvée, Marisa Jiménez o Rosa María de Rojas.

Como cualquier cena benéfica que se precie, tras llenarse el estómago llegó el turno de la rifa. Ese momento en el que el azar juega el papel más importante. El que sin duda se llevó la suerte a casa fue Carlos Pascual, que esa noche cenó casualmente en el restaurante y quiso colaborar con la adquisición de los últimos números de la rifa. El azar estuvo de su lado y a él le tocó un espectacular tratamiento con células madre y mesoterapia virtual por el que suspiraban casi la mayoría de las allí presentes. Pilar Roberto, por su parte, se llevó bajo el brazo el precioso el cuadro de Helga Grollo y a Marta Ramón Galindo le tocó un fin de semana en una espectacular alquería (y ya no me acuerdo de más afortunados, disculpen la poca memoria).

No muy lejos de allí, en pleno Mercado de Colón, Pequeño Deseo celebró su quinta Feria Solidaria. Durante la inauguración estuvieron presentes, por parte de Fundación Pequeño Deseo Marta Miró, coordinadora de la Comunitat Valenciana, las madrinas de la fundación, Belén Aliaga y Sofía Carpi, así como Isabel Valero, Silvia Santapau, Cristian Fuster, María Fernanda Fernández, Cameron Tough y Raquel Rodríguez. Entre las amigas que se pasaron por el mercadillo destacan Belén González Barranca, Silvia Alonso, Majo Amorós y Magüi González, entre otras.

La fundación tiene como objetivo conseguir que ningún niño o niña con una enfermedad crónica o de mal pronóstico deje de sonreír cumpliendo sus sueños.