El retraso del corredor mediterráneo pasa factura

La ausencia del tercer carril en Tarragona, debido a los retrasos en la puesta en marcha del corredor mediterráneo, perjudica las inversiones de la planta que la multinacional Basf tiene en Tarragona, en concreto, la ejecución de una estación ferroviaria intermodal que supondrá un desembolso de 30 millones.

Es la reflexión que ha compartido el nuevo director general de Basf España, Carlos Navarro, en el acto que sirvió para tomar el relevo de Erwin Rauhe. Éste, por su parte, aseguró en un su despedida sentirse «decepcionado», según recoge la agencia EFE, por no haber logrado que el Gobierno central viera el corredor como la fórmula para captar nuevas inversiones internacionales, además de permitir la conexión de las regiones mediterráneas con el centro de Europa.

Su queja por la tardanza en la ejecución de la infraestructura ferroviaria, que debería haber estado lista el año pasado entre Tarragona y Valencia, no es la primera, pues ya lo hizo un representante de la multinacional el pasado febrero en una jornada de Fórum Vives celebrada en la Universitat Politècnica. Allí se puso de relevancia aspectos como la reducción del impacto medioambiental, la existencia de trenes con mayor capacidad de transporte o el descenso de los costes logísticos.

Este último aspecto, el de la logística, también fue apuntado este martes por el presidente de Ford España, José Manuel Machado, en la reunión que mantuvo con el alcalde de Valencia, Joan Ribó. Machado, que aseguró que la factoría está «absolutamente saturada», apuntó que las conexiones ferroviarias son vitales pero «no somos todo lo eficientes que deberíamos en este sentido».

Además, recordó que el 97% de la fabricación de Ford Almussafes se exporta, lo que implica un enorme gasto logístico. Es ahí donde entra en escena la importancia del corredor mediterráneo, ya que permitiría reducir el número de camiones que se emplean para transporte. En este sentido, la empresa Seat ha apuntado en más de una ocasión que el eje mediterráneo permitiría transportar hasta el 30% de su producción por tren y ahorrar hasta el 15% de los costes logísticos.

Sector agroalimentario

Las empresas automovilísticas no son las únicas que se encuentran en esta situación de incertidumbre. También los empresarios agroalimentarios de Pulpí, agrupados en Rail Port Almanzora, que incluso llegaron a plantear a Fomento la posibilidad de pagar de su bolsillo una estación intermodal para que sus productos puedan viajar a Europa.

Hasta un centenar de camiones mueven a diario, de ahí su reclamación de la conexión del corredor entre Almería y Murcia. En este sentido, el secretario general adjunto de Ferrmed, Francisco García Calvo, recordó que tampoco se están ejecutando los trabajos entre Vandellós y Castellón.

A las peticiones se ha sumado también Proexport (los productores y exportadores hortofrutículas de Murcia), además del vicepresidente del lobby ferroviario Ferrmed y presidente de AVE, Federico Félix, quien ha recalcado la ventaja competitiva que supondrá el corredor, especialmente, para las empresas agroalimentarias. Félix se mostró confiado en que las obras estén finalizadas a mediados de 2017.