

Secciones
Servicios
Destacamos
LAURA GARCÉS
Jueves, 26 de mayo 2016, 20:57
La saturación de los centros de salud y el estado de deterioro que presentan las instalaciones que los acogen ha despertado las críticas de sindicatos y vecinos. Hablan de consultas de reducidas dimensiones, de falta de ventilación en algunos ambulatorios e incluso de casos en los que en las consultas no hay lavabo donde los profesionales se puedan lavar las manos.
Desde formaciones como el Sindicato Médico de la Comunitat Valenciana Cesm aseguran que en torno a «uno de cada tres centros de salud necesita revisión y obras». Andrés Cánovas, secretario general de esta formación sindical, apunta incluso que hay «consultas que no tienen más de nueve metros cuadrados y aproximadamente entre el 15 y el 20% carecen de ventilación».
Desde esta formación sindical mencionan «los centros de salud Ingeniero Joaquín Benlloch, Chile, Castellar o la Fonteta» como ejemplos de instalaciones que requieren intervenciones para detener el deterioro.
En los últimos días el ambulatorio de la calle Ingeniero Joaquín Benlloch, en el barrio de Malilla, se ha convertido en centro de protestas del personal como consecuencia de la masificación que tienen que afrontar.
Cada lunes y jueves los profesionales se concentran en la puerta. Reclaman mejor organización del trabajo para evitar los problemas derivados de cómo se ha definido la atención a domicilio y la masificación de un ambulatorio que cuando abrió sus puertas atendía a una población de «7.000 habitantes y ahora son 32.000».
«Sin ventilación»
A las protestas se han unido los vecinos de Malilla. El presidente de la asociación de este barrio, Alfonso Cortés, explica que «el centro Ingeniero Joaquín Benlloch se ha quedado pequeño y las consultas no tienen ventilación. No reúne condiciones». Ahora desde el Ayuntamiento les han anunciado que va a salir a exposición pública el proyecto para construir un nuevo ambulatorio, pero desconocen cuándo estará en marcha.
Desde el sindicato médico apuntan que las instalaciones de la calle Chile se encuentran con «problemas de espacio» que llevan a «que haya consultas muy pequeñas». Además, aseguran que es uno de los casos en los que no «no hay ventanas que faciliten la ventilación y la falta de lavabo lleva a que en una consulta se tengan que lavar las manos con agua de una botella». Denuncian también «el caso de Castellar», donde hay consultas «muy pequeñas» y, además, «el centro auxiliar en El Saler comparte espacio con otras asociaciones».
Recientemente, tal como informó LAS PROVINCIAS, fue noticia el ambulatorio de la calle Fontanares, inmueble del que Sanidad disponía en alquiler desde 1974. Un largo proceso judicial con una demanda del propietario a Sanidad por retrasos en el pago.
El asunto desembocó en una orden de desahucio dictada por un juez de Valencia. Finalmente, los responsables sanitarios trasladaron casi todo el material médico y depositaron las llaves en el juzgado. Pero la reapertura sacó a la luz presuntas irregularidades que el dueño prevé denunciar después de levantar acta notarial. Y también olor químico, mezcla de sustancias médicas y aguas fecales filtradas. La Conselleria de Sanidad explicó que investigaría la situación.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.