Rebelión vecinal contra los cierres de bibliotecas en decenas de distritos de Valencia

La reordenación de la red de bibliotecas ha abierto un nuevo frente entre vecinos y Ayuntamiento. Varias asociaciones recogen firmas contra la conversión de bibliotecas a agencias de lectura de varias de las instalaciones municipales. Este cambio supondrá una reducción de horarios del que para muchos barrios, según aseguran en las distintas entidades vecinales, es su único equipamiento cultural.

La primera asociación que comenzó a recoger firmas fue la de Torrefiel. Desde esta entidad critican que la reordenación venga determinada «por los metros cuadrados» de las bibliotecas y no «su aportación al barrio». Critican que Torrefiel tiene «infraestructuras públicas de risa» y califican de «atropello» la decisión. Por el momento están recogiendo firmas y las presentarán ante el Ayuntamiento después del próximo 30 de junio.

Lo mismo han hecho en Campanar, donde la anunciada reducción de horarios en su biblioteca ha puesto en pie de guerra a los vecinos. Las entidades vecinales del barrio aseguran que la biblioteca municipal Almela y Vives es «la única dotación municipal de carácter cultural con la que cuenta nuestro distrito, puesto que somos uno de los pocos distritos de la ciudad que no tienen una Universidad Popular ni un centro cívico». «Nuestra biblioteca presta servicio a más de 37.000 habitantes con tan solo 71 puestos de lectura y los vecinos y vecinas de Campanar reclamamos una ampliación del servicio», indican en un manifiesto.

En La Torre, donde no hay ninguna biblioteca cercana (la más próximas están en Paiporta y Ruzafa), también han comenzado a recoger firmas. La asociación de vecinos destaca que la instalación del barrio es muy utilizada sobre todo por los más jóvenes y hacen hincapié en que cualquier otra biblioteca «próxima» obliga a que sean los padres quienes trasladen a los niños en coche, una situación que se dará si se consuma la reducción de horario que propone la concejalía de Acción Cultural que dirige María Oliver.

Finalmente, en el centro la Asociación de Vecinos y Comerciantes La Boatella ha censurado que el Ayuntamiento pretenda reducir el horario de la biblioteca de la Casa Vestuario. «La entidad acusa a Maria Oliver como autoridad pública de omitir su obligación legal de promocionar y facilitar el acceso a la cultura a todos los valencianos», señalaron en un comunicado.

Fuentes de la concejalía de Acción Cultural insisten en que cuando llegaron al Ayuntamiento, hace ahora un año, se encontraron con un exceso de bibliotecas, lo que desde el Consistorio califican como «especulación». Ahora intentan, con estos cambios en la red, «reordenar mejor los recursos».