Un gran mecenazgo para una perfecta restauración

La admirable restauración que la Fundación Hortensia Herrero hizo recientemente de la iglesia de San Nicolás tiene en el Colegio del Arte Mayor de la Seda su mejor continuación. Esto no es una iglesia, obviamente, sino un lugar de vocación gremial que atesora una parte de la historia de la ciudad y se convierte en Museo profesional. Es otro escenario, de vocación didáctica y turística, que desde el sábado llamará poderosamente la atención a los visitantes.

Después de años de peligroso abandono, el Colegio del Arte Mayor de la Seda presentaba, en 2013, un estado de conservación alarmante. Sus directivos, que procuraron no perder el contacto con la calle a través de una pequeña tienda «resistente», lo intentaron todo, sin éxito, en un tiempo de penurias presupuestarias oficiales. En 2013, cuando cundía el pesimismo, la Fundación Hortensia Herrero dio el paso que ha permitido la recuperación: con algo más de dos millones de euros de presupuesto, el arquitecto Fernando Aranda y el restaurador Javier Catalá, con la empresa Construcciones Bertolín, han hecho posible el milagro.