El Consorcio retiene parte de la fianza de Marenostrum para pagar la limpieza

El Marenostrum terminó el pasado sábado pero las secuelas del festival de música electrónica que se celebró este fin de semana en la Marina Sur aún se dejaban notar ayer por la mañana, cuando los operarios del Consorcio Valencia 2007 se afanaban en limpiar la zona, que vivió en un botellón constante desde el jueves hasta el sábado de madrugada. Así lo confirmaron fuentes de la entidad que, además, reconocieron que retendrán «parte de la fianza» para pagar los servicios de limpieza que han tenido que trabajar este fin de semana para adecentar la zona.

Lo cierto es que la empresa organizadora del festival Marenostrum había contratado un servicio de limpieza propio. Sin embargo, según las mismas fuentes del Consorcio Valencia 2007, «sus previsiones se quedaron cortas». En estos casos, como ya se ha hecho en otras ocasiones, los trabajadores de la empresa que lleva a cabo el mantenimiento y limpieza de la Marina Real Juan Carlos I, Secopsa, adecentan también lo que corresponde a la empresa organizadora. Posteriormente, se pasa factura a la misma.

En esta ocasión, el Consorcio se quedará con parte de la fianza, que asciende a 18.000 euros, para hacer frente al gasto extra en limpieza que ha tenido que asumir el organismo autónomo, participado por el Ayuntamiento de Valencia, según explicaron ayer las mismas fuentes.

El caso es que la limpieza de la Marina Real Juan Carlos I deja en ocasiones que desear. Agua estancada, vallas abandonadas o pinturas en los maceteros o las puertas de metal afean el puerto deportivo de la ciudad, tal como reveló LAS PROVINCIAS este fin de semana. A este respecto, fuentes del Consorcio explicaron que no tienen «un problema» con los grafitis y aseguraron que limpian y borran cualquier pintada «prácticamente cada semana, si hay alguna, que no suele ser lo habitual».

Críticas de los empresarios

La Asociación de Empresarios de la Marina Real insistieron ayer en su petición de que la marina «no es, ni debe convertirse, en un cajón de sastre que sirva para cualquier tipo de eventos». «Confiamos en que el festival Marenostrum sirva de punto de inflexión para seleccionar los eventos más convenientes en estas instalaciones emblemáticas de los valencianos y cuya filosofía nació y debe aspirar a desarrollarse en su línea originaria», explicó la entidad en un comunicado.

«La marina es, ante todo, un espacio náutico deportivo, y los eventos deben orientarse en este sentido. Así pues, los conciertos deberían adaptarse a su oferta y producto, y no al revés. Además de ello, las citas que aquí se desarrollen deben ser más coherentes con que el tipo de público que se pretende atraer. Es cierto que ha habido episodios puntuales de botellón y suciedad, pero valoramos positivamente los esfuerzos que se están realizando para recuperar su aspecto habitual», explicaron. «Recordamos que se trata de una superficie de más de 1 millón de m2 por lo que es seguro que se pueden encontrar zonas comunes descuidadas, ya que la afluencia de público este año has superado todas las previsiones. No obstante, la imagen general y de los establecimientos concesionados, se alza como un espacio único y de un potencial turístico de primer orden internacional», comentaron los empresarios.

«Se debe incrementar la limpieza, señalización, vigilancia y otros aspectos con el objetivo de ofrecer el aspecto que merece la marina, la ciudad de Valencia y, por extensión, todos los valencianos», informó la entidad, que reclamó «inversiones tanto públicas como, sobre todo, privadas».