Pacma pide construir refugios municipales para animales junto al Bioparc y en el antiguo zoo de Viveros

Pacma ha solicitado al Ayuntamiento de Valencia la construcción de nuevos centros de acogida municipales para los animales abandonados y ha propuesto ubicar uno para perros junto a las instalaciones del Bioparc y reconvertir el antiguo zoológico en un santuario para gatos.

Desde el partido animalista han expresado a la administración local la "necesidad urgente" de crear unas nuevas instalaciones que se ajusten al tipo y cantidad de animales que, "por desgracia, deben vivir períodos de tiempo demasiado largos en el centro y acabar con la imagen de campo de concentración que tiene el actual centro de Benimàmet", según ha explicado la formación en un comunicado.

Al respecto, la coordinadora del partido, Raquel Aguilar, ha señalado que "es una vergüenza que, en una ciudad como Valencia, los animales se hacinen como la basura que nadie quiere ver". La propuesta que lanzan desde el Pacma es que el nuevo centro de acogida de perros se convierta en un "centro moderno", ubicado en suelo público de propiedad municipal junto al Bioparc, donde la ciudadanía pueda ser conocedora de "la realidad del abandono de animales y tomar conciencia de esta terrible lacra social".

En el caso de los gatos, la opción del Partido Animalista es la de transformar en un santuario las antiguas instalaciones del zoológico ubicado en los jardines de Viveros, así como habilitar solares públicos para la reubicación de colonias que se encuentran en lugares peligrosos o en propiedades privadas con riesgo de desahucio.

Además, ha pedido que las entidades protectoras de animales desempeñen "un papel primordial" en el cuidado y supervisión del bienestar de los animales pues es un trabajo "muy duro, que debe ser vocacional, para evitar incidentes como los ocurridos en otros centros municipales del estado, donde los trabajadores han sido protagonistas de graves casos de maltrato animal", han afirmado.

La formación ha pedido también que se realicen campañas para promover la adopción y el no abandono, la esterilización de animales, perseguir que todos los animales estén identificados, tal como la actual ley exige, prohibir la venta de animales en establecimientos comerciales, restringiendo su venta a criadores autorizados con núcleo zoológico en vigor, y perseguir la venta de animales entre particulares, además de incrementar las sanciones por abandono de animales.

Asimismo, desde Pacma reclaman la urgente modificación de la actual ordenanza municipal, que data de 1990, que debe incluir "las medidas necesarias para que Valencia sea una ciudad libre de maltrato animal, incluso del que está actualmente legalizado".

Cifras «escandalosas»

Según ha denunciado el partido animalista, las cifras de abandono de animales de los últimos años son "demoledoras", pues más de 3.000 perros y gatos llegaron el año pasado al centro de acogida de animales municipal gestionado por Modepran, aumentando en un 14% las cifras del periodo anterior.

Así, durante el 2015, a pesar del aumento de las adopciones, muchos de los 1457 perros y 1771 gatos que llegaron a las instalaciones municipales se fueron sumando a los animales que ya se encontraban en el refugio, lo que ha llevado a Modepran a una situación límite, con unos 500 animales habitando en un espacio diseñado para albergar a poco más de 80.

Desde Pacma han tachado estos números de "escandalosos" y afirman que permiten que "nos hagamos una idea de la situación tan desesperada que está viviendo la protectora de animales de Valencia debido a la inacción política de los últimos años".

La formación ha destacado "la escasa capacidad" del centro debido a que la 'perrera' se construyó inicialmente como centro de exterminio, donde los perros y gatos abandonados en la ciudad de Valencia morían en la cámara de gas, la cual todavía se encuentra en las instalaciones, aunque, desde que la gestión del centro está en manos de organizaciones protectoras de animales no se ha vuelto a utilizar, han asegurado.

Para Aguilar, "estos desoladores números, que no han hecho más que empeorar en lo que llevamos de 2016, ponen en evidencia el nulo interés político mostrado hasta la fecha por los distintos ocupantes del Consistorio valenciano, que intentan además echar las culpas de la dramática situación de los animales a la protectora encargada de la gestión del refugio".