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ÁLEX SERRANO
Miércoles, 24 de agosto 2016, 19:45
Los dos parques más céntricos son la plaza Alfonso el Magnánimo, más conocido como el Parterre, y la Glorieta junto a la Porta de la Mar. También son algunos de los más transitados de la ciudad. Sin embargo, se encuentran en un estado de semiabandono que critican los residentes en la zona.
Particularmente llamativo es el estado de los árboles monumentales situados en ambos parques. En concreto, de dos «ficus macrophylla», también conocido como higuera de Bahía Moreton o australiana, aunque se les conoce popular, y erróneamente, como ficus. Se trata de árboles de grandes dimensiones. El situado en la Glorieta, sin ir más lejos, ha sido tratado recientemente por el Observatorio Municipal del Árbol. Una de las ramas se trata en realidad de una raíz que ha sido anclada al suelo mediante una estructura de metal. Se pretende así dotar de más estabilidad a estos árboles de gran porte, que pueden establecer un sistema de raíces de varios metros de longitud.
Como muestra, un botón. O una raíz, mejor dicho: la que discurre bajo la escalera en la zona del Parterre más próxima al Palacio de Justicia. Esta salida, apenas un par de escalones que salvan el medio metro de altura entre la acera y la tierra apelmazada del parque, lleva varios años cerrada. Impracticable. Acordonada la zona por una valla. El motivo: una de las raíces de la higuera del Parterre se ha adentrado en la escalera, rompiendo los escalones y convirtiéndose en un peligro para quien baje por ella sin saber en qué estado se encuentra. La solución a esta situación, con todo, parece complicada: ni la concejalía de Parques y Jardines de Lourdes Bernal durante el anterior mandato ni la de Pilar Soriano en el actual han arreglado el estado de la escalera.
A la sombra de estos dos grandes árboles se acumulan las hojas caídas de los árboles, el césped en mal estado y los parques con bancos en malas condiciones. El Parterre, mucho más transitado por cuanto se encuentra cerca de la plaza de los Pinazo y de calles como Barcas o la de la Paz, está más cuidado, pero la Glorieta, envuelta prácticamente todo el día en la sombra de los grandes árboles.
No son los únicos parques sobre los que hay quejas de los vecinos. En otros puntos de la ciudad, sobre todo en los pequeños jardines de determinados barrios, como el de la calle Leones en el barrio de Ayora, las quejas sobre la falta de limpieza son constantes. Muchas de estas zonas arboladas, como la situada en la gran vía Ramón y Cajal, entre la calle Jesús y la misma plaza, son utilizadas por los jóvenes los fines de semana para celebrar botellones y amanecen llenos de restos de botellas y basura.
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