Talan una decena de árboles en el viejo cauce por riesgo de caída tras las lluvias

«Prohibido el paso. Riesgo de caída de arbolado». Varios carteles con esta leyenda fueron colocados el jueves con cinta policial en el jardín del Turia para impedir la entrada de viandantes y ciclistas, mientras que los operarios de la contrata se dedicaban a podar y talar más de una decena de árboles, grandes pinos en su mayoría.

La actuación se realizó entre el puente de las Glorias Valencianas, el que une la Gran Vía Fernando Católico y la avenida Pío XII, y el puente de las Artes. Toda la parte central, incluidas dos zonas de juegos infantiles y otra deportiva, quedaron inutilizados parte de la jornada mientras los técnicos inspeccionaban el arbolado y abatían los inestables.

Este tramo es uno de los más antiguos ajardinados en el viejo cauce, por no decir el más veterano, y su diseño y vegetación corresponde a un bosque mediterráneo. De ahí que los pinos tengan una considerable altura y grosor en los troncos. Los jardineros trabajaban desde cestas colgadas en plataformas, empezando por las ramas para descargar el peso y facilitar la tala posterior de cada ejemplar.

Poco a poco, el material iba apilándose en los laterales de las praderas de césped, a la espera de que llegaran camiones con un brazo articulado acabado en una gran pinza para coger las ramas y troncos. A última hora de la mañana estaba también un camión de la basura.

El abatimiento de los ejemplares se produce cuatro días después de la tromba de agua que descargó en Valencia unos 130 litros por metro cuadrado. El Ayuntamiento informó el lunes que esa madrugada se habían llegado a acumular en el jardín del Turia hasta 50 centímetros de altura de caudal, que han tenido su efecto en el arbolado de varios tramos.

En el que se realizaron el jueves las talas, algunos de los tocones estaban claramente inclinados, con el césped de alrededor levantado por las raíces. Los operarios retiraban la cinta de protección después de cada inspección, aunque lo más probable es que la segunda tarea se amplíe al restos de los tramos del jardín.

Según la estimación del Consistorio, el temporal afectó con gravedad a 150 metros cuadrados de pavimento de tierra morterenca, debajo de los puentes de Serranos y Trinidad. Ahora tocará la reposición de todo ese material, igual que la mejora en varios tramos de caminos que ayer seguían encharcados y con grandes surcos por los vehículos.

Los bomberos y la Policía Local realizaron más de 600 servicios desde el domingo hasta las nueve de la mañana del lunes. Parte de estas salidas se debieron a la caída de ramas y árboles, aunque no se produjeron heridos por fortuna. Los trabajos se concentraron ayer por la mañana en la poda de las ramas y la tala de los troncos, mientras los tocones se dejaban en el lugar, dado que ya no suponían ningún peligro para los viandantes de uno de los tramos más concurridos del viejo cauce.

La concejal de Medio Ambiente, Pilar Soriano, anunció esta semana la progresiva sustitución de moreras y naranjos en la ciudad por especies que manchen menos las aceras por los frutos, como sucede como los almeces y las carrascas.