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Un gorrilla señala una plaza libre en el Paseo de la Alameda.
Las multas a gorrillas en Valencia casi desaparecen al pasar de 600 a medio centenar en dos años

Las multas a gorrillas en Valencia casi desaparecen al pasar de 600 a medio centenar en dos años

El PP critica la «permisividad» de la Policía Local por la falta de presión a los aparcacoches en numerosas zonas de Valencia

PACO MORENO

Lunes, 30 de enero 2017, 19:59

Las sanciones a gorrillas han pasado de superar las 600 multas en 2014 en la campaña de playas a sólo 66 casos el pasado ejercicio en toda la ciudad. La evolución indica un cambio de estrategia del Ayuntamiento para afrontar este problema en numerosos barrios.

Los datos proceden de una respuesta de la concejal de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, al grupo popular firmada el pasado día 25. La Policía local envió al servicio de Procedimiento Sancionador la cifra citada de boletines el pasado año, mientras que en 2015 se elevó a 175 denuncias.

La comparativa da cifras ha disparado las alarmas en el grupo popular en lo que el concejal Félix Crespo consideró «permisividad» al bajar las sanciones un 200% en el último ejercicio completo y un 600% respecto a 2014. Los aparcacoches son una consecuencia directa de la mendicidad en la ciudad y se sitúan además en calles donde suele haber zona azul de aparcamiento regulado, por lo que el 'donativo' de los conductores se suma al pago de la tasa municipal.

Crespo señaló que la práctica «totalidad de los barrios tiene en alguna de sus calles a personas haciendo de aparcacoches de manera ilegal a cambio de una propina por parte de los conductores», para añadir que muchos de ellos «forman parte del vecindario, al llevar más de un año en la misma calle o zona y son de sobra conocidos por los vecinos».

«Lo que nos preocupa es la dejadez del alcalde Ribó y de la concejal de Protección ciudadana a la hora de ejercer presión con lo que en este momento la legislación permite, y con la presencia disuasoria de la Policía Local, ya que las cifras hablan por sí solas», observó.

La comparativa procede de una pregunta del grupo socialista del 26 de septiembre de 2014, entonces en la oposición. La exconcejal Pilar Calabuig preguntó por el balance del dispositivo de la Policía Local en las playas, en una tabla donde destacan las sanciones a los gorrillas. El resultado en los cinco meses de la temporada veraniega fueron 636 multas.

«Esta falta de presión ha hecho sin duda que el número de gorrillas aumente de manera desmesurada», apuntó Crespo, quien entregó a LAS PROVINCIAS un estudio propio realizado en los distritos Marítimo y Tránsitos.

Destacan zonas como los hospitales Arnau de Vilanova, 9 d'Octubre, Virgen del Consuelo, Doctor Peset, así como el entorno del Cementerio Municipal, las proximidades al Instituto Valenciano de Infertilidad, la antigua La Fe en Campanar y los aledaños del centro comercial Nuevo Centro y del Instituto Valenciano de Oncología.

En otros barrios de la ciudad es frecuente la presencia de aparcacoches en la zona de Convento Jerusalén, la estación del AVE, el Hospital Clínico, el centro comercial Arena, el Hospital Quirón, Mestalla, la Alameda y la prolongación de Alameda. Como se observa, las calles que rodean los grandes centros de afluencia de personas, donde en verano se añaden las playas.

También en las facultades situadas en Blasco Ibáñez, Monteolivete, la Ciudad de la Justicia, la Universitat Politècnica, la avenida de Francia, Hospital de la Malvarrosa, Eugenia Viñes, y las inmediaciones de la Marina, sin que de momento haya pasado este fenómeno al interior de la dársena interior.

En cuanto a las medidas declaradas por la Policía Local para frenar a los gorrillas, Menguzzato indica en su respuesta que hay «mayor presencia policial en estas zonas y en las de mayor afluencia de vehículos estacionados, y además esta actividad se trata de corregir».

Para ello añade que se multa utilizando la infracción del artículo 121 del Reglamento General de Circulación, que indica «transitar un peatón por lugar no autorizado» o por el artículo 49 de la Ley de Seguridad Vial: «transitar por la calzada existiendo zona peatonal».

En todo caso, la aplicación de estos dos artículos ha bajado mucho los últimos dos años. El Ayuntamiento utiliza también a condenados en favor de trabajos para la comunidad, los llamados colaboradores sociales. Se trata de personas que pagan por sus delitos colocándose un peto que les acredita como participantes en el programa, ayudando en el estacionamiento que frecuentan las gorrillas. Normalmente se sitúan en la playa en verano y alrededor de los hospitales el resto del año. Los aparcacoches no pagan prácticamente ninguna multa al declararse insolventes, aunque la acumulación de las mismas permite llevar el caso a la fiscalía, con el propósito de aumentar la presión y forzar a erradicar esta práctica, que contraviene la ordenanza de Tráfico y supone para muchos una coacción a los conductores.

En zonas como el paseo de la Alameda es frecuente la pugna por el reparto de las zonas de estacionamiento y los horarios que deben estar cada uno de los grupos, principalmente africanos y de países del Este de Europa. En ocasiones se han producido peleas que han obligado a la intervención policial entre los mendigos.

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