El PP asegura que silenciar las campanas de las iglesias de Valencia «roza la prevaricación»

El presidente de la gestora del PP de Valencia, Luis Santamaría, ha asegurado hoy que la ordenanza municipal de ruido no prohíbe superar los niveles de ruido "en casos de tradicional consenso, como los toques de campana", por lo que, a su juicio, el requerimiento de cese "roza la prevaricación".

Así lo ha manifestado en una rueda de prensa celebrada hoy para responder al requerimiento de cese del Ayuntamiento del toque de campanas en el centro de Valencia, a raíz de denuncias que afirman que estas superan los niveles permitidos de contaminación acústica.

"Nos preocupa ese afán laicista", ha afirmado Santamaría, que ha lamentado que el alcalde de Valencia, Joan Ribó, "se dedica a generar problemas donde no los hay".

Asimismo, ha señalado que el artículo 15 de la ordenanza afirma que la prohibición "no regirá en casos de emergencia o de tradicional consenso, tales como los toques de campana".

"Ribó miente también cuando habla de que ha existido una avalancha de denuncias", ha criticado el presidente de la gestora, que ha añadido que se ha registrado "una única denuncia , de un militante de Compromís".

A su juicio, esta denuncia implica que el alcalde "ha elegido a alguien para que haga el trabajo sucio", además, "dentro del marco de laicismo" que ha relacionado con la moción aprobada en el pleno municipal sobre "que en espacios municipales públicos no haya simbología religiosa".

En este sentido, ha anunciado que el PP presentará en el pleno una moción para "proteger las tradiciones", además de para restaurar la campana san Jaime del Miguelete y recuperar el campanario de Santa Catalina.

"No se puede renunciar a 2.000 años de historia, cultura y tradiciones ", ha considerado Santamaría, que se ha preguntado "dónde está el PSPV en la defensa de las tradiciones" y ha denunciado que el cese del toque de campanas es una medida "puramente electoral".

"Son radicalismos absurdos", ha concluido el dirigente popular, que ha advertido que "ya se ha visto en Europa cómo terminan: con el surgimiento de determinados partidos y reacciones de xenofobia".