Rafa Muñoz
Lunes, 20 de febrero 2017, 17:53
El teatro del colegio Salesianos San Antonio Abad de Valencia reunió en la mañana del lunes a cientos de alumnos de diversos cursos de Secundaria y Bachillerato. Jóvenes de entre 14 y 18 años con sus propios problemas y preocupaciones que quedaron mudos cuando en la pantalla del teatro se proyectó el documental Alto el fuego.
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En esta cinta, que dura poco más de veinte minutos y que ha sido dirigida por Raúl de la Fuente ganador de un Goya en 2014, se cuenta la historia de un grupo de jóvenes colombianos que han formado parte de la guerrilla de las FARC o de algún grupo paramilitar. Todos ellos más de 2.000 en los últimos quince años fueron acogidos por los salesianos en la Ciudad Don Bosco de Medellín.
Manuel y Catalina, de 19 años, son dos de estos jóvenes. Ambos protagonizan el documental, en el que narran sus dos historias personales y cómo acabaron en la Ciudad Don Bosco, intentando dejar atrás un pasado de miedo, odio y guerra, y tratando de construirse un futuro.
Los problemas no se deben tomar como algo grave que te va a fastidiar la vida, hay que pensar con la cabeza, porque hay más personas que pueden estar enfermas o en situaciones más graves, y se levantan; si uno cae, ha de aprender y levantarse, aseguró Catalina, en declaraciones a Lasprovincias.es.
El grupo de jóvenes de Ciudad Don Bosco han sufrido mucho desde pequeños, pero lo que uno vive es algo que pasa, y cada día hay que superarlo, tener fuerzas para levantarse y salir adelante; dicen que quien olvida su pasado está condenado a repetirlo; no se trata de olvidarlo o recordarlo, uno ha de saber que vivió eso, y seguir adelante con otra vida diferente, aprovechar y disfrutar, apuntó Manuel.
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Los estudiantes de Salesianos que acudieron a la presentación del documental tuvieron también la oportunidad de realizar varias preguntas a los dos jóvenes colombianos. En dichas cuestiones quedó demostrado cómo la historia había calado en ellos.
Me ha impactado ver la realidad de otras personas que, igual que yo me preocupo por ir a colegio y mi vida es tan simple, ellos van a la guerra y a luchar; mi mente no concibe que algo así pueda pasar, señaló Ana Rodríguez, alumna de 18 años.
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Creo que muchas veces nos preocupamos por cosas muy pequeñas y nos centramos sólo en nosotros, nos creemos que no hay nadie más; esto me ha hecho ver que nuestros problemas, muchas veces, son muy pequeños comparados con los del resto del mundo; y que si ellos lo han conseguido superar, todo lo demás va a ser mucho más fácil, aseguró Andrea Beltrán, alumna de 15 años.
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