Fomento ejecuta hasta en seis ciudades el soterramiento de vías que frena en Valencia

Estación soterrada a dos niveles, lo que permitirá recuperar los 90.000 metros cuadrados de terreno que ocupa la playa de vías y ejecutar un bulevar con fincas y zona verde, y un túnel para la llegada de la alta velocidad. Podría parecer el anuncio del proyecto del Parque Central de Valencia pero la descripción corresponde al planteamiento que ha realizado el Ministerio de Fomento para Bilbao.

Hace apenas unos días, el ministro Íñigo de la Serna y la consejera de Infraestructuras del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, escenificaban el acuerdo para el desarrollo de los accesos del AVE a las capitales vascas, así como los proyectos de las nuevas estaciones. Bilbao y Vitoria -en el caso de San Sebastián sólo tendrá nueva terminal- se suman así a otras ciudades, como Barcelona, Vigo, Málaga o Murcia, en las que Fomento sí ha impulsado el soterramiento de las vías por la llegada del AVE mientras que en Valencia la propuesta sigue en un cajón, pendiente de la revisión ministerial para rebajar costes.

El túnel y la estación soterrada no son las únicas similitudes con el proyecto valenciano. Al igual que en la capital del Turia, se impulsará una sociedad pública en la que participarán las tres administraciones (Fomento, gobierno autonómico y ayuntamiento) con aportaciones económicas y que gestionarán la venta de solares a los promotores privados para que las plusvalías permitan reducir la inversión pública, calculada en unos 300-400 millones. En el caso valenciano, la operación inicial era de 800 millones aunque luego Fomento la revisó hasta los 1.400 millones.

Parcial en Murcia

Sin fechas para su ejecución, los proyectos de integración de la llamada 'Y vasca' sí que han obtenido el respaldo gubernamental para comenzar a andar. Como también lo logró Murcia, ya que aunque el AVE llegará en superficie, sí que existe el compromiso de ejecutar el soterramiento en dos fases. Una primera, de unos dos kilómetros, que permitirá la supresión de dos pasos a nivel (Senda de los Garres y Santiago el Mayor); y una segunda, de otros cinco kilómetros. Eso sí, los proyectos aún no han comenzado.

En el caso de Barcelona, se construye la estación soterrada de La Sagrera que centralizará el tráfico de la alta velocidad. Actualmente está paralizada al detectarse irregularidades por parte del adjudicatario, según desveló Fomento a mediados del año pasado. En el caso del túnel, sí que está ejecutado pues es el que permite el paso de la alta velocidad por el centro de la ciudad condal.

Vigo es otra de las ciudades con vías soterradas a quince metros de profundidad y con una nueva estación término provisional (la ciudad tiene dos). En 2015 quedó pendiente la terminal definitiva del arquitecto norteamericano Thom Mayne, con centro comercial incluido, que podría reactivarse este mes con la adjudicación del proyecto.

En Málaga, la llegada del AVE permitió generar un bulevar ajardinado. El soterramiento abarcó 2,3 kilómetros y costó 150 millones, de los que Fomento costeó alrededor del 60% y el resto, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. La operación se completó con el soterramiento de las líneas de ancho ibérico y con una nueva terminal.

Pero no sólo en Valencia ha sentado como un jarro de agua fría la operación vasca. En Granada también han reclamado retomar un acuerdo similar, que tienen firmado desde 2008 y que cayó en el cajón en la etapa de Ana Pastor. Tenía un coste de 700 millones y una estación firmada por un arquitecto de prestigio, Rafael Moneo (en Valencia fue diseñada por César Portela).

O en Gijón, donde la estación provisional se ejecutó pero el soterramiento sigue a la espera. Valladolid, por contra, ha renunciado por la situación económica de la sociedad creada para la alta velocidad.