Lola Soriano
Jueves, 30 de marzo 2017, 13:11
Las obras de creación del carril bici que une Marino Blas de Lezo (continuación de Serrería) con Tarongers obligó a mover la terraza de un bar situado junto a la estación del Cabanyal, pero el coste económico del traslado ha quedado en el aire. La estructura, con los elementos de aluminio y las lonas, se desplazó hacia el interior de la acera, respetando el espacio reservado para peatones, pero el local no ha recibido ninguna compensación económica por el gasto.
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La terraza cuenta con la autorización municipal y se instaló mucho tiempo antes de que se ejecutaran las obras del carril bici, pero se produjo un error administrativo porque el expediente de la terraza siguió su trámite en Espacio Público y discurrió en paralelo al proceso seguido por Movilidad Sostenible para construir el nuevo paso ciclista.
Para salvar el escollo, Movilidad Sostenible tuvo que hacer un quiebro para no eliminar la terraza, puesto que tiene la licencia en regla, y el local pasó de una terraza de 21 a 16 metros, pero el desmontaje del anterior cubrimiento y la nueva instalación hecha a medida ha generado un gasto que está pendiente de negociar, bien sea cubriendo el coste el Consistorio o compensando las anualidades del pago de la terraza.
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