El tráfico crece en todos los accesos de Valencia pese a las restricciones

El apoyo dado estos días por el alcalde Joan Ribó a la prohibición de estacionamiento por las noches en 2.200 plazas del carril bus en Valencia ha tenido una fuerte contestación social, sobre todo de los barrios de la periferia y los municipios del entorno, cuyos vecinos no tienen alternativas de transporte público para acudir al centro y las zonas de ocio del cap i casal. Los datos publicados por el propio Ayuntamiento dan la razón a estas críticas, dado que en todos los accesos de la ciudad ha aumentado la intensidad del tráfico en marzo de este año respecto al pasado ejercicio.

Así sin más, sin matices de ningún tipo. Una comparativa entre los dos mapas de intensidades, colgado en la web del Consistorio por meses, arroja esa conclusión. La media anual entre 2016 y 2015 todavía no ha sido publicada, aunque basta con la revisión de los meses de este ejercicio para adivinar por dónde irán.

La avenida del Cid, la avenida Cataluña, el acceso por la autovía de Llíria, la pista de Silla, la autovía de El Saler. Cualquier punto que se elija del mapa contabiliza más tráfico que en el mismo mes del pasado año, lo que elimina cualquier duda de que se trate de una casualidad.

La crisis económica redujo la intensidad del tráfico y el parque móvil en toda la ciudad, aunque lo peor ha pasado y los vecinos del área metropolitana no tienen alternativa con la EMT, Metrovalencia o los autobuses de líneas de concesión.

Eso se observa con claridad al comprobar que en marzo pasaron por la avenida del Cid casi 10.000 vehículos más que el pasado ejercicio, un incremento similar al de la autovía de Llíria en las proximidades de Valencia o la pista de Silla.

La Diputación financió con un millón de euros la prolongación de líneas de la EMT a municipios de l'Horta, aunque es evidente que no ha sido suficiente. El mazazo dado por el Gobierno al no aportar ni un euro en los Presupuestos del Estado al transporte metropolitano contribuye a que no haya alternativa viable al coche.

Esa es la premisa reclamada desde el pasado viernes por la Federación de Vecinos, hosteleros, responsables de otros municipios y entidades de consumidores. El presidente de la Asociación de Hostelería de Ruzafa, Diego Infante, recordó ayer que en el barrio sólo hay un aparcamiento de 24 horas en el barrio, en el subsuelo del mercado municipal, que resulta insuficiente por el aforo que tiene para toda la demanda de clientes de la zona de ocio.

«Valencia es una gran zona metropolitana de muchos pueblos limítrofes que visitan la ciudad los fines de semana por la cantidad de planes culturales y de ocio que ofrece. Con esta medida, no se amplían lineas de transporte público para esos vecinos, por lo que le dificultan su acceso y deben costear los gastos de parkings privados», señaló en referencia a la prohibición que debe entrar en vigor, si no se retrasa, la próxima semana.

Hosteleros y vecinos de Ruzafa ya saben lo que es la prohibición de aparcar por las noches en el carril bus. Ocurrió hace unos meses en las calles Los Centelles y Matías Perelló, cuando se segregó el carril, lo que ahora se repetirá en un tramo de Colón. Infante dice que es pronto para saber el perjuicio causado, sobre todo por el reciente periodo de Fallas que cerró a la circulación más de una semana toda la zona, aunque «seguro que mucho».

Compensación al coche

El responsable de los hosteleros comentó que «nos gustan las ciudades sin contaminación, con menos tráfico y ruidos, pero no pueden tachar a la hostelería como la culpable de estos problemas. El Consistorio debería tomar junto a sus medidas, otras que compensen la falta de aparcamientos». El gerente de la EMT, Josep Enric Garcia, aseguró recientemente que la velocidad comercial de los autobuses ha aumentado un 14% desde el cambio.

Metrovalencia carece de una red suficiente para dar servicio por las noches al área metropolitana. En la web se indica que a medianoche ya no hay disponibles convoyes, aunque en realidad eso ocurre mucho antes en la mayoría de estaciones. La empresa de la Generalitat se enfrenta en la actualidad a unos paros parciales convocados por sindicatos en la línea del tranvía, mientras se quejan de las limitaciones impuestas por el Gobierno para la contratación de nuevo personal.

En la EMT ocurre algo parecido, como es el caso de la N4, que llega hasta Mislata pero sólo da servicio hasta la 1.50 horas. Los vecinos del municipio que tiene una conurbación más grande con Valencia se quedan aislados sin transporte público a partir de esa hora.

La alternativa de la EMT por la supresión de 2.200 plazas de estacionamiento es la mejora de las líneas nocturna N1, que llega del Marítimo, y N6, de La Torre, cuya frecuencia se duplicará y que estarán en servicio hasta las 3,30 horas, lo que será efectivo a partir del lunes.

El concejal de Ciudadanos Narciso Estellés aseguró que Estellés ha insistido en que la decisión de Grezzi no debe valorarse de manera aislada «sino en el contexto de una caza y captura de los usuarios de vehículo privado en la ciudad de Valencia».

Los apoyos han llegado al gobierno municipal desde las asociaciones de taxistas, además de los propios sindicatos de la EMT, beneficiados por la «limpieza» del carril bus. Los primeros difundieron el miércoles un comunicado donde incluían otras asociaciones que se han adherido a la medida, aunque en el caso de la asociación de comerciantes del centro y el Ensanche, ayer mismo lo desmentían tajantes. Los vendedores del Mercado Central también negaron el apoyo explícito a la prohibición de estacionamiento.

El pasado año acabó con uno de los accesos de Valencia, el de la avenida del Cid, que rozaba los cien mil vehículos diarios, con cifras similares a lo que ocurría de media en los años anteriores a las crisis económica. Aunque es cierto que el parque móvil se ha reducido en la ciudad, lo que se refleja en la matrícula del Impuesto de Vehículos, no ha ocurrido lo mismo en los municipios de l'Horta, donde el coche sigue siendo un recurso indispensable para la movilidad de miles de personas.

Incluso en los accesos secundarios como es el caso de la avenida Constitución se refleja un incremento entre lo ocurrido en marzo de 2016 y el mismo mes de este año. Se pasa de una media diaria de 20.518 a 23.662 vehículos diarios. Ni la línea 16 de la EMT ha conseguido menguar la intensidad del tráfico, que origina frecuentes atascos desde el barrio de Orriols hasta la población de Tabernes Blanques.