Valencia acepta acabar el Parque Central por fases si hay financiación este año

El alcalde Joan Ribó ha acudido hoy al consejo de la sociedad Parque Central con una propuesta bajo el brazo para desbloquear las obras ferroviarias pendientes desde la inauguración de la estación Joaquín Sorolla en 2010. La alternativa pasa por acabar la ejecución del proyecto por fases, con el canal de acceso en primer lugar y después acometer la estación Central y el túnel pasante. La condición es que el Ministerio de Fomento se comprometa a financiar este ejercicio la primera intervención. La previsión para la primera es de que esté terminada por completo en nueve años.

Es lo que el concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, denominó ayer una demostración de «buena voluntad» por parte del Gobierno, en un encuentro previo al consejo donde fijó la posición del Consistorio, abierta en todo caso a cualquier negociación.

El edil destacó que el proyecto ferroviario es la clave de todo el proceso, el apartado más importante para definir el Parque Central. De este modo quiso poner énfasis en las competencias de Fomento a la hora de impulsar las obras. La alternativa original rondaba los 2.300 millones de euros y consistía en un canal de acceso (el túnel que va desde el bulevar sur hasta la estación) en doble nivel, para acabar en la estación Central diseñada por César Portela también en dos plantas de sótano. Desde ahí, saldría un túnel pasante en dirección a la Gran Vía Marqués del Turia y la avenida Aragón, para embocar la avenida Tarongers y la salida de Valencia por la parte norte de Serrería, ya en superficie. El problema es que todo debía realizarse a la vez, algo imposible por cuestiones presupuestarias.

Por este motivo, desde 2013 se empezó a cuestionar este proyecto por parte de Fomento, lo que derivó en una comisión y la búsqueda de alternativas. Una de las que cobró fuerza fue desestimar la estación de Portela y construir otra en un solo nivel, aunque eso penalizaba mucho el espacio del jardín.

Al final, la que se llevará hoy al consejo, donde asistirá el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, es el canal de acceso con los seis túneles en paralelo y la estación original, por lo que antes habrá que hacer lo que se conoce como un salto de carnero, un cambio de niveles en las vías para evitar un cruce.

Sarrià dijo que esta opción es la «segunda mejor» después de la original, dado que permitirá urbanizar la avenida Federico García Lorca y los solares del entorno, a día de hoy con algunas fábricas ruinosas y un aspecto muy degradado. Sólo el canal de acceso supera los 300 millones de euros y en esta alternativa faltará construir otro tramo desde Giorgeta hasta llegar a la estación Central, donde los trenes pararán en andenes a 20 metros de profundidad. En el interín de los proyectos que deben realizarse se tramitará de nuevo el estudio de impacto ambiental del túnel pasante, que ya ha caducado porque tiene una validez de seis años, por lo que el proceso debe comenzar de nuevo.