Los accidentes con víctimas repuntan en Valencia

El balance a año vencido de la seguridad vial en Valencia, con datos sobre accidentes y multas de tráfico, ofrece un panorama peor que el de 2017, con un repunte de los siniestros con víctimas (pero una ligerísima reducción del total de accidentes), una caída de las víctimas mortales (tres menos que el pasado año, pero más que en 2011 ó 2015) y un aumento de las multas, lo que implica más infractores en las calles. Entre esos infractores hay cada vez menos ciclistas, porque las sanciones a usuarios de bicicletas se han desplomado un 19% con respecto al pasado año.

Estos son, a trazos gruesos, los datos más importantes del balance ofrecido por la concejalía de Protección Ciudadana a preguntas del concejal de Ciudadanos Narciso Estellés, que ha hecho una recopilación del número total de siniestros y de sanciones impuestas. Así, el Consistorio puede hablar de una reducción del total de siniestros en la ciudad: ha habido 29 menos. Eso implica una caída del 0,35% con respecto a 2017. Casi inapreciable, en títulos absolutos, sobre todo si se compara con el número de accidentes con heridos, que normalmente son mucho más graves que los que no suponen daño para las personas. En 2018 se registraron 3.298, mientras que en 2017 fueron 3.136. Un aumento, por tanto, del 5,17% el mismo año en que la concejalía de Movilidad Sostenible presentó el nuevo Plan Director de Seguridad Vial, en la que desde el departamento que dirige Giuseppe Grezzi se escudan para defender buena parte de sus actuaciones de calmado del tráfico y peatonalizaciones en prácticamente toda la ciudad.

Pero si hay un punto negro en la ciudad, ese es la avenida del Cid. Desde el desmontaje de las pasarelas, los datos, tozudos como ellos solos, se empeñan en llevarle la contraria tanto al PSPV, que encabezó desde Urbanismo la retirada de los puentes peatonales, como a Compromís, que pronto acogió con brazos abiertos una propuesta que permitió crear nuevos pasos de peatones e instalar hasta 15 nuevos semáforos en una de las avenidas más ocurridas de la ciudad. En 2017 hubo en la avenida 199 siniestros, mientras que en todo 2018 hubo 243. Cabe recordar, en este sentido, que las pasarelas peatonales comenzaron a desmantelarse a finales del mes de enero, hace ahora un año. Como alertaban los vecinos e, incluso, un documento interno de trabajo de la Cuarta Unidad de Distrito de la Policía Local, los accidentes en la avenida, donde se circula a velocidades en muchas ocasiones superiores al límite de 50 kilómetros por hora, han crecido tras la eliminación de unas vetustas pasarelas que, eso sí, permitían salvar la avenida sin crear atascos de importancia.

Esta situación de aumento de la siniestralidad ha obligado a la Policía Local de Valencia a aumentar las multas impuestas por toda la ciudad, muchas de ellas por exceso de velocidad o conducta temeraria al volante. Las sanciones han subido un 9,23% al pasar de 243.229 en 2017 a 267.963 en 2018. Las multas por exceso de velocidad, sin ir más lejos, han crecido un espectacular 22%, al imponerse 5.000 más que en 2017: de 24.169 a 29.507 en apenas un año.

Los dos grandes protagonistas de la movilidad sostenible en el último año han sido, sin lugar a dudas, la bicicleta y el patinete. La primera por la apuesta decidida del Consistorio por la creación de nuevos carriles bici por toda la ciudad y el segundos por su explosión definitiva como protagonista del tráfico en Valencia. Así, mientras las multas a bicis han caído un 19,11% en 2018, cuando se impusieron 1.363 sanciones por las 1.685 de 2017, las de patinetes han experimentado un espectacular aumento que habla a las claras del «boom» de los vehículos de movilidad personal tras el verano. Los siniestros se han multiplicado casi por diez en apenas 365 días, lo que da cuenta de la peligrosidad asociada a los vehículos de movilidad personal, instalados todavía en un limbo legal en el que no están regulados. Las multas, por su parte, se han disparado desde octubre. El día 15 de ese mes se habían impuesto 67 sanciones, pero apenas en dos meses y medio, hasta final de año, las multas a patinetes escalaron hasta las 227, lo que habla de un aumento del 238%. La Policía Local espera la ordenanza de movilidad para poder trabajar con más seguridad jurídica con el control que se hace de estos vehículos, que habrán de circular por carriles bici y zonas peatonales, pero no por las aceras.