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Enseres y mobiliario aparecen a diario agolpados en los contenedores impidiendo el acceso a los usuarios.

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Enseres y mobiliario aparecen a diario agolpados en los contenedores impidiendo el acceso a los usuarios. lp

«Las aceras están pegajosas y hay calles que son baños públicos»

Vecinos de Ciutat Vella denuncian que se ha reducido el número de baldeos y que los contenedores están desbordados

MAR GUADALAJARA

VALENCIA.

Miércoles, 23 de octubre 2019, 00:55

Las calles del centro son las más transitadas de la ciudad. El vaivén de los vecinos, comerciantes y trabajadores de la zona, el trasiego de los turistas que admiran edificios históricos y los establecimientos de ocio que allí se concentran, lo convierten en uno de los puntos que más afluencia recibe de Valencia. También uno de los más sucios. Así lo denuncian asociaciones vecinales y de comerciantes, que lejos de la crítica única a los servicios de limpieza municipales, señalan como principales culpables «a aquellos que ensucian». Marta Soriano es vecina de la calle Colón. Usa un recurrente dicho para explicar la situación: «No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia, creo que la gente es muy poco considerada con los espacios públicos, algunas calles huelen realmente mal porque las han convertido en baños públicos, es algo que se nota a diario pero especialmente el fin de semana». Pide que teniéndolo en cuenta, «los servicios de limpieza deberían reforzar, sobre todo en zonas comerciales donde hay tanta gente». Precisamente, muchos comerciantes se quejan de la suciedad que se acumula en los contenedores cercanos a sus establecimientos o terrazas. «Cuando cerramos siempre barremos y limpiamos la acera, pero poco más podemos hacer si en los contenedores de al lado, en lugar de tirar las cosas dentro, lo dejan fuera», dice una empleada de una cafetería en la calle Pérez Bayer, perpendicular a la calle Colón.

En la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico reciben quejas diarias de sus asociaciones, algunos han empezado a tomar acciones por su cuenta. «Ponen carteles en sus establecimientos porque la gente no respeta nada, dejan que los perros hagan sus necesidades a las puertas de cualquier sitio y dejan las aceras sucias, con mal olor», relata Julia Martínez, gerente de la Asociación, quien asegura que se ha notado el descenso de los baldeos en las calles. «Es cierto que ya no baldean con tanta frecuencia pero siempre que hemos tenido un problema de urgencia, nos envían a una brigada para solucionarlo», añade que gran parte del problema está «en la educación de la gente, creo que se debería concienciar, creo que es la única solución eficaz».

Claudia Esteban reside entre la plaza del Ayuntamiento y la Reina. Aunque no consigue explicar el por qué, describe que la sensación al caminar por la calle es «como si se te hubiera pegado un chicle en el zapato, las aceras están pegajosas». Asimismo, asegura que muy a menudo «huele mal», sobre todo los fines de semana, «cuando más se nota».

Los parques y zonas ajardinadas están «inutilizables» por el mal uso de los espacios

Los vecinos de Velluters se suman a la denuncia. Casi a diario ven «contenedores desbordados por ejemplo en la calle del Hospital», señala Maria José Volta de la asociación de vecinos. Los parques y zonas ajardinadas de la zona están «inutilizables, no hay quien pueda estar en algunos como el de Guillem Sorolla, a parte de que puedan estar descuidados y aunque lo limpien a diario, se hace un uso indebido de estas intalaciones y espacios que son públicos por parte de las propias personas que lo frecuentan, así como las personas que meten a sus mascotas y no recoge sus heces. Creo que mayoritariamente diría que esto, que es asqueroso, es culpa de quienes lo ensucian sin miramientos», zanja.

Un colchón entre contenedores, mobiliario viejo amontonado que invade parte de las aceras, bolsas de basura que nunca llegaron a encestarse en el contenedor adecuado, cartones, plásticos y restos de comida bajo una papelera, colillas chafadas que ya se integran entre los adoquines, el olor y las ya habituales manchas de orín que enegrecen las esquinas o las heces de perro ... Todo ello ya forma parte del icónico escenario del centro de la ciudad de Valencia.

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