El pacto del Parque Central prevé el derribo del paso de Giorgeta en 2025

El canal de acceso, el conjunto de túneles que irá desde el bulevar sur hasta la futura estación Central, costará 400 millones y el estudio de viabilidad aprobado ayer por la sociedad Parque Centralprevé iniciar las obras en 2021, para acabarlas cuatro años más tarde, ya sin el paso elevado de Giorgeta y el tráfico a cota de calle.

Esos son los datos principales del consejo de Administración de la sociedad donde se acordó que el próximo marzo, las administraciones central, autonómica y municipal firmarán un acuerdo marco en el que se establecerá un cronograma para la ejecución tanto de estos túneles como de la estación Central y el eje pasante que atravesará toda la ciudad para salir por la Malvarrosa.

El alcalde Joan Ribó habló de la enorme complejidad técnica del canal, una infraestructura que servirá para eliminar la barrera de hierro que ahora separan los barrios de Malilla, Parque Central-Iturbi y Cruz Cubierta. Los 400 millones de euros se repartirán entre el Ministerio de Fomento, que pagará la mitad, la Generalitat y el Ayuntamiento, que asumirán el resto a partes iguales. El estudio de viabilidad fue encargado por el anterior responsable ministerial, Íñigo de la Serna, ya con ese reparto económico.

En 2025 estará acabada toda la intervención, aunque antes hay que solventar problemas como el desvío del colector sur, que ahora cruza por debajo de las vías a la altura del paso de Giorgeta. El concejal de Desarrollo Urbano y consejero de la sociedad, Vicent Sarrià, indicó que la alternativa más factible es continuar el trazado de la enorme tubería por Malilla hasta que se llegue a la altura de una antigua fábrica de cerveza, junto al bulevar sur.

«Los técnicos señalan que ahí es viable el cruce con el túnel por la cota que daría», señala. El canal de acceso se plantea con tubos superpuestos que acabarán en la estación en dos alturas, para separar los andenes de Cercanías de los de AVE y larga distancia.

Tanto el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, como la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, elogiaron el acuerdo que será rubricado en marzo. Las tres grandes obras ferroviarias se dividirán en otros tantos convenios.

En cuanto al paso elevado de Giorgeta, la demolición se hará durante las obras, aunque ahora llega el turno de que los ingenieros de tráfico planteen opciones. La conexión entre Giorgeta y la pista de Silla debe mantenerse, bien con algún tipo de desvío o con un puente provisional.

En esa valoración «positiva y de avance», el alcalde destacó el acuerdo para «agilizar los procesos para realizar las obras del Parque Central y la venta de los 16 solares incluidos en su ámbito, al pasar la gestión del consejo a una comisión ejecutiva». El director general de la entidad, Salvador Martínez Císcar, señaló que todavía se debe fijar el precio inicial de las parcelas, así como otras decisiones antes de su venta. El primer edil indicó a este periódico que la previsión es formalizar la venta a mediados de este año.

Acerca de la estación, el secretario de Estado de Infraestructuras comentó que está por decidir el proyecto definitivo, aunque tanto Ribó como la consellera Salvador matizaron que el diseño de referencia es el realizado hace años por el arquitecto César Portela.

El edificio subterráneo se mantendrá en dos plantas de sótano, aunque ligeramente girado en su posición inicial para permitir la salida del eje pasante. El canal de acceso permitirá la urbanización de la avenida Federico García Lorca, aunque el Parque Central no podrá crecer más allá de la mancha verde actual hasta que se acometa la estación. El diseño de la paisajista Kathryn Gustafson ya se realizó de esa manera, es decir, para poder ser ejecutado por fases conforme avanzaran las obras ferroviarias.