Adiós al agujero de la vergüenza de Orriols

Esta mañana han comenzado los trabajos de vallado de la zona en la avenida Constitución 1286 y 188 y se ha cerrado el paso al tráfico por uno de los carriles porque la próxima semana van a comenzar los derribos de los viejos edificios recayentes a esta avenida.

Cabe destacar que desde el Ayuntamiento de Valencia afirmaron ya en abril que tenían lista la actuación urbanística, pero toparon con la ocupación ilegal de varias familias en estas dos fincas y ha habido que esperar a darles soluciones habitaciones para iniciar las obras.

Los primeros trabajos precisamente consistirán en demoler estas viejas edificaciones y esto dará paso a las obras de reurbanización del PAI de Agustín Lara que eliminará el citado tapón urbanístico del barrio de Orriols conocido como el agujero de la vergüenza. 

 La urbanización, a cargo de Metrovacesa, como ha explicado la vicealcaldesa de Valencia, Sandra Gómez, será posible después de «haber hecho la labor de buscar a todos los propietarios y hacer que se unieran en una Agrupación de Interés Urbanístico, que permitirá la apertura de la calle Agustín Lara hasta la avenida Constitución, conectando también la calle Baeza».

Precisamente la también concejala de Desarrollo Urbano ha indicado que en la calle Baeza se creará un nuevo tramo de calle y aceras que no habían- Además, se hará una zona verde de más de 850 metros cuadrados y dos parcelas de uso residencial que albergarán dos bloques de viviendas.

Gómez ha visitado esta mañana las obras y ha explicado que «suponen una mejora de las condiciones de seguridad para dar salida a estas dos calles, mejorando la circulación y movilidad de este ámbito. Los vecinos y vecinas de la calle Agustín Lara y la calle Baeza no tendrán que dar el rodeo actual de casi 400 metros para llegar al centro de salud y contarán con una nueva zona verde que mejorará la calidad ambiental de la zona».

 El proyecto abarca una superficie total de más de 5.500 metros cuadrados donde hasta ahora había distintas construcciones abandonadas y deterioradas. En total afecta a doce parcelas con construcciones fuera de ordenación que a día de hoy suponen un tapón urbanístico y generan estrechamientos en las aceras de la avenida Constitución, y de la calle Baeza. Además, una de estas propiedades impide desde hace décadas comunicar la calle Agustín Lara con la calle Baeza.

La apertura de la calle Agustín Lara permitirá dotar al barrio de una zona verde de más de 850 metros cuadrados y dos parcelas de uso residencial de 1.000 y 1.700 metros cuadrados respectivamente. En estas dos parcelas edificables se levantarán dos bloques de vivienda de siete alturas, completando así las manzanas ya existentes. Estos edificios podrán albergar unas 120 nuevas viviendas.

En la avenida Constitución, se recupera la alineación del resto de la avenida, ampliando así la acera, en la que podrá plantarse arbolado y colocar mobiliario urbano. Por otro lado, en la calle Baeza, al eliminar la parte trasera de estos edificios, se regulariza la alineación de la calle, se construye una nueva acera, y se ganan nuevos espacios de aparcamiento.

Las obras, que eliminarán este tapón urbanístico y espacio degradado, cuentan con un presupuesto de aproximadamente 900.000 euros y se estima que duren unos seis meses.

El punto icónico del agujero de la vergüenza desaparecerá en menos de un mes, conforma avancen los derribos, que se harán en dos fases y de forma consecutiva.

«Con estas obras cumplimos una reivindicación histórica de los vecinos del barrio y facilitamos la conexión de Orriols con Torrefiel y con el centro de salud. Además, el barrio contará con una nueva zona verde que mejorará la calidad ambiental de la zona, se crean nuevas plazas de aparcamiento y en el futuro esta apertura conectará la nueva supermanzana de Orriols con el barrio de Torrefiel«, ha concluido Gómez.

La vicealcaldesa ha destacado la labor social que se ha hecho «para dar soluciones habitacionales. Había dos familias con varias ramificaciones ocupando estas propiedades. Algunas se han ido a otras casas y otros han accedido a soluciones habitacionales. Alguna familia había mostrado más resistencia, pero se ha solucionado».