La tragedia agota botas de agua, bombas de achique y mascarillas en Valencia

Las cadenas de suministros de productos de imperiosa necesidad para combatir los destrozos provocados por las inundaciones de la DANA vuelven a dar síntomas de desabastecimiento cuando se cumple una semana de la catástrofe. El desastre ha provocado que algunos establecimientos comerciales de la ciudad de Valencia se queden sin mascarillas, bombas de achique de agua y calzado impermeable.

Parece misión imposible hacerse con una mascarilla en algunas de las farmacias del centro de la ciudad. Esta misma mañana, pasadas las 9:30 horas, dos tiendas de la avenida del Oeste han sido consultadas por este diario sobre la posibilidad de hacerse con una mascarilla FFP2, los tapabocas de máxima protección: «No nos quedan, se han agotado. Sólo tenemos quirúrgicas», responden sus responsables.

En la jornada de ayer lunes, un supermercado de Vara de Quart advertía a sus clientes con un cartel a la entrada en el que podía leerse «no hay botas de agua» a modo de aviso para que los compradores no perdieran el tiempo buscando y rebuscando por los pasillos. Asimismo, la clientela de otra tienda de bricolaje de la capital del Turia también reportó imágenes de estantes de bombas de achique de agua y karchers vacíos por la alta demanda para dragar el lodo que ha inundado cientos de bajos comerciales y residenciales así como otros tantos garajes y naves industriales del área metropolitana.

Encontrar utensilios de limpieza sí parece algo más sencillo dentro de las dificultades, incluso en el barrio de San Marcelino una de las zonas de tránsito obligatorio para los miles de voluntarios que se siguen desplazando a pie hasta los municipios del sur de Valencia azotados por el tsunami de barro. Los pasillos de los bazares resisten, aunque mermados, el gran acopio de escobas y palos de las mismas, cubos y fregones o capazos. Estos comercios 'low-cost' también presentan aún la oferta de tapabocas.

La estampa del riesgo al desabastecimiento recuerda a los momentos iniciales de la DANA cuando miles de valencianos se abalanzaron sobre los supermercados viendo que la red de suministro hídrico empezaba a dar sus primeros fallos. Unos cortes de agua puntuales que se magnificaron a través de las redes sociales en forma de bulos que obligaron al Ayuntamiento y la EPSI a desmentir rápidamente.

No obstante, la psicosis colectiva desatada dejó imágenes en el interior de los establecimientos comerciales que recordaron a los peores momentos de la pandemia en donde los estantes de papel higiénico y garrafas de agua estaban completamente vacíos por la gran cantidad de demanda repentina.

De hecho, la cooperativa de distribución valenciana Consum tuvo que lanzar un mensaje de tranquilidad en forma de comunicado a través de sus redes sociales: «Queremos trasladarle un mensaje de tranquilidad sobre el abastecimiento de agua embotellada en nuestros supermercados de la provincia de Valencia. Disponemos de suficiente stock para abastecer nuestras tiendas y los manantiales están a pleno rendimiento. Trabajamos para evitar la falta de suministro y la situación se prevé tranquila a medida que mejoren los accesos. Su colaboración es importante dosificando la compra y evitando acumulaciones excesivas. Haga un consumo responsable, evite comprar en exceso y no contribuya al desperdicio».

Durante estos días, Mercadona, otra de las grandes cadenas de supermercados españolas, y también valenciana, ha instado a la población de la provincia a que hicieran compras responsables en sus establecimientos: «Por solidaridad, compra sólo lo que necesites y no hagas acopio innecesario, especialmente en las tiendas de Valencia. Trabajamos todos los días para garantizar el abastecimiento. Es momento de estar unidos».

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