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Aída Miñana, paciente que ha superado un cáncer, junto a su oncólogo, el Doctor Ignacio Romero. Iván Arlandis
Las otras Aitanas

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Tras anunciar Aitana Mas que padece un cáncer con 33 años, la exvicepresidenta se une al grupo de mujeres que padece cáncer en edades tempranas y poco frecuentes. Los 592 nuevos casos en 2023 de mujeres entre los 15 y 39 años, frente a los 570 de 2018, muestran que la problemática va en aumento | Pacientes dan su testimonio tras conseguir superar la enfermedad

Gonzalo Bosch Rodríguez

Valencia

Sábado, 20 de abril 2024, 01:21

La exvicepresidenta de la Generalitat, Aitana Mas, anunció hace unos días que padece un cáncer a sus 33 años. En la Comunidad Valenciana 13 142 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer en el 2023. Del total, 592 de ellas se encontraban en la franja de edad entre los 15 y los 39 años. Sin embargo, fueron 11970 nuevos casos si nos remontamos cinco años antes, al 2018. Si nos volvemos a fijar en la franja de la exvicepresidenta, se diagnosticaron 570 casos en menores de 40 años. Los diagnósticos de cáncer han ido en aumento durante los últimos años, y cada vez se ven más pacientes en edades tempranas.

Uno de los factores para combatir un cáncer es conseguir una detección precoz. Es por esto que, según los ratios de incidencia por edades, La Conselleria de Sanidad en la Comunitat Valenciana marca los 45 años como la franja de inicio del cribado. Con 'cribado' uno se refiere a la edad, a partir de la cual, las mujeres deberían realizarse una revisión anual para confirmar que se encuentran fuera de peligro. El Doctor Ignacio Romero, médico adjunto al Servicio de Oncología Médica del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), confirma que «llama la atención» ese aumento de la incidencia en las edades tempranas.

El Doctor Romero explica al ver mayor número de casos que es importante plantearse disminuir la edad de cribado, pero avisa: «aunque la incidencia aumente mucho, si no es muy frecuente los programas de cribado universales no son eficaces, por lo que debe haber un equilibrio entre prevalencia y medidas de salud pública con sentido». Con ello, Ignacio Romero explica que existen muchos otros factores para prevenir la enfermedad a esas edades, como la obesidad, el tabaco, el ejercicio, la ingesta de carne roja con poca fibra y la exposición excesiva a la luz solar. Además, Romero puntualiza que aquellas familias en las que existen antecedentes genéticos de la enfermedad reciben sus programas de prevención personalizados, aunque estos tipos de cáncer son menos del 5% a estas edades.

El Doctor confirma ese aumento de la incidencia en mujeres jóvenes, pero puntualiza: «también es cierto que no hay que olvidar que esa incidencia es paralela a un descenso de la mortalidad». El cáncer más frecuente en mujeres es el cáncer de mama, con 247 casos nuevos en 2023, respecto a los 592 totales. Además del de mama, también se pueden ver de colon, tiroides o riñón. Ignacio Romero pide normalizar esta enfermedad, entender que es algo que puede ocurrir aunque por edad sea poco frecuente, e insiste en la posibilidad de una vida larga tras pasar situaciones complicadas: «cuanto más normalicemos que hay muchas situaciones de éxito, de fracaso, que la enfermedad está en todas las edades, será bueno y ayudará a la subvención de investigaciones para mejorar».

Aída Miñana, tras superar su cáncer: «Si piensas en positivo, las cosas salen. Esto no puede ganarnos»

Aída Miñana cuenta cómo ha superado su cáncer. Iván Arlandis

Aída Miñana acudió con 34 años a Urgencias porque su menstruación era más larga de lo habitual. Miñana pasó por Ginecología para realizarse una ecografía y una citología. Tras advertirle los médicos que le han detectado un bulto, le realizaron un Tac y una resonancia en Gandía. Ya saben qué le ocurría a Aída: tenía cáncer de cuello de cérvix. En este tipo de cáncer, el cribado sí se encuentra a partir de los 25 años. Aunque en su caso, una 'regla más larga de lo normal' hizo que Aída descubriera el tumor. A partir de ahí, Miñana fue dirigida al IVO para comenzar con un proceso largo contra la enfermedad. «Cuando te lo dicen te quedas en blanco, crees que no puede ser», cuenta Aída. Sin embargo, la paciente sabía que la actitud era algo esencial de cara al tratamiento: «el miedo lo llevas por dentro, per asumes la situación y toca mirar hacia delante».

Primero le realizaron a Miñana una intervención para retirarle los ganglios. Al comprobar que no se había expandido el tumor, comenzaron cinco semanas con tratamiento de radioterapia de lunes a viernes y un día a la semana de quimioterapia. «La mejor noticia que me podían dar era que lo he superado», cuenta Aída. La paciente asegura que, tras la buena nueva, si a lo largo del proceso se sintió mal, no lo recuerda. Ni física, ni psicológicamente: «me acuerdo de las navidades. Yo en Navidad tenía que estar, con mi hija, con mi familia». Su hija tenía ocho años cuando le diagnostican el tumor. Ahora con diez, la niña ya sabe que su madre tenía un bulto, pero ya se lo han quitado, y que vuelve al médico para revisar que todo está bien. «Si piensas en positivo, las cosas salen. Esto no puede ganarnos», dice orgullosa de si misma.

Aída cuenta lo importante que fue durante todo su proceso la comunicación con su familia, que durante los meses de tratamiento y las posteriores revisiones «la espinita del temor está ahí», pero su familia ha sido esencial para continuar con su vida de la mejor manera. Es cierto que tuvo que dejar su trabajo, pero en el resto de su día a día «tenía que llevar una vida normal». Aída ha superado una situación muy complicada, con una hija, con apoyo de su madre. Lo que ella ha vivido es a lo que se enfrenta ahora la exvicepresidenta Aitana Mas, joven y con hijos, dejando a un lado la faceta laborar. Aída ya sabe qué es pasar por ello, y tiene claro cómo encarar la situación: «no hay que pensar que es la peor enfermedad. Cada cáncer es un mundo, pero siempre hay que pensar que se puede conseguir, tenemos a nuestra disposición a los mejores médicos».

Vencer y contarlo para ayudar a las nuevas pacientes

Almudena Puchades y Verónica Rodríguez, amigas que superaron un cáncer de mama. Irene Marsilla

Almudena Puchades y Verónica Rodríguez , dos mujeres, dos amigas a las que el cáncer se les presentó a la misma edad, con 42 años. El mismo diagnóstico, cáncer de mama, el más habitual en mujeres. Otra vez la enfermedad aparece antes de la edad de cribado. Como a la exvicepresidenta Mas. Como le ocurrió Aída Miñana. Verónica tenía un 'bultito' en el pecho que era benigno, así que se realizaba mamografías periódicamente. En una ellas, le indican que deben realizar una biopsia urgente. «¿Cómo?», pensó Verónica. acabó siendo cáncer. En el caso de Almudena, fue ella misma quien se lo detectó. Ella también tenía pequeños bultos fibrosos que ya conocía. Sin embargo, palpándose un día cualquiera uno de ellos no le resultaba familiar. A Verónica la intervinieron enseguida y después empezó con la quimioterapia. Almudena vivió el proceso inverso.

Para ambas amigas existe una sensación de irrealidad cuando te dan la noticia. «La palabra cáncer da mucho más miedo de lo que al final es, siempre y cuando sepas gestionarlo», comenta Verónica Rodríguez. Como bien explican las dos amigas: «el cáncer no entiende de edad, sexo o religión. El cáncer está ahí para todos». Además, ellas son las primeras que reconocen que al cáncer se le hace más caso cuando personalidades públicas, como Kate Middleton o Aitana Mas cuentan su enfermedad, pero «nunca piensas que te vaya a tocar a ti». Almudena Puchades lo tiene claro: «la pregunta correcta no es ¿por qué a mí?, si no ¿y por qué no?». A Almudena Puchades le trataron en el IVO, mientras que Verónica Rodríguez se trató en el Hospital Clínico de Valencia. Ambas están encantadas con los médicos que tiene Valencia , y Verónica no pierde la oportunidad de acordarse de todos aquellos miembros del Clínico que la cuidaron durante todo el proceso: «los profesionales oncológicos son los mejores».

Estas mujeres cuentan que el hecho de llevar una buena alimentación, intentar hacer deporte cuando tienes fuerzas, buscar motivaciones en tu vida durante el tratamiento, ayuda mucho a sentirse bien durante el proceso de curación. Por todo ello, Verónica y Almudena decidieron que tras pasar por todo lo complicado que vivieron, querían devolver todo el apoyo que habían recibido. De esta manera, ambas dejaron voluntariamente su número de teléfono a profesionales sanitarios de confianza, y que estos se los pasen a nuevas pacientes para conversar con mujeres que, como ellas, han recibido la noticia y necesitan cualquier cosa: ser escuchadas, tratar de resolver dudas, distraerse o incluso recibir consejos prácticos. «Las cosas que nos ayudaron mucho en nuestro momento, tratamos de compartirlas para ver si a ellas también les sirve», cuentan las amigas. Además, Verónica puntualiza que también es importante ayudar al entorno: «debemos dar armas también a la gente de alrededor para saber gestionar estas situaciones». Con su servicio, Verónica y Almudena también dejan claro «que también te puede pasar a ti y no es el fin del mundo, en la medida de las posibilidades de cada uno, se puede». Verónica y Almudena no paran de sonreír mientras cuentan su experiencia. Saben que al contarla dan visibilidad a la enfermedad y ayudan a normalizarla.

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