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Valencia rozó el pasado domingo el lleno completo en las plazas de albergues y otras instalaciones destinadas a atender a las personas sin recursos que duermen en la calle bajo el intenso frío de estos días. La concejalía de Bienestar Social informó esta mañana que quedaron libres seis de las 324 plazas dispuestas en la operación frío, para matizar que hay disponibilidad en caso de necesidad, incluidos hostales.
La noche del viernes quedaron 13 plazas libres, mientras que el sábado fueron siete. Las mismas fuentes precisaron que hay 192 en albergues, 40 en el nuevo recinto de Ciutat Vella, 66 en viviendas i otras 41 en el Centro de Emergencias Climáticas.
En caso de no querer acudir a un albergue, la Policía Local entrega ropa de abrigo, mantas y algo de alimento si es necesario a los que deciden pasar la madrugada al raso. En la de esta madrugada, los agentes de la UCOS atendieron de esa manera a 17 personas, informó el Cuerpo.
Además de los recursos ofrecidos por el Ayuntamiento, parroquias y asociaciones de asistencia social también tienen en servicio albergues o locales donde pasar la noche, comer, asearse y darse una ducha. Fuentes de Bienestar Social indicaron que en los llamados centros de baja exigencia se puede acudir a dormir con las mascotas.
Los ejemplos de ayuda son continuos como el caso de una veintena de personas sin hogar que durmieron la noche del domingo en el pabellón deportivo del colegio diocesano Santiago Apóstol, del barrio de Marxalenes, a través de Cáritas Diocesana de Valencia y varias entidades benéficas.
Con ayuda de voluntarios, el pasado viernes recogieron a medio centenar de personas que aceptaron el ofrecimiento de acogida y fueron derivadas a la Ciudad de la Esperanza, en Aldaia; a la parroquia San Miguel y San Sebastián, de Valencia; al centro de noche San Esteban, gestionado por Cáritas, así como a una vivienda, indicaron fuentes del Arzobispado.
La parroquia de San Vicente Ferrer de Valencia y también el Altar Playa dedicado al santo están repartiendo por su parte mantas, camisetas térmicas y vasos de caldo de puchero caliente ante la ola de frío. La distribución empezó el domingo y está destinada a personas sin techo y a los vecinos más necesitados del barrio de Canyamelar.
La portavoz del grupo popular, María José Catalá, denunció que la operación frío «es un fracaso porque no se está ofreciendo suficientes plazas para dar albergue a sin techo que siguen durmiendo en las calles en unas condiciones de frío polar».
Catalá consideró «dramática la situación que viven más de 700 personas sin casa en Valencia» y advirtió que «es intolerable que pase en cualquier mes del año, pero es muy preocupante en un invierno tan duro».
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