Pablo Alcaraz
Valencia
Miércoles, 11 de septiembre 2024, 00:24
La Albufera vuelve a acaparar todos los focos y todas las miradas. La esperanza de que el emblemático lago se convierta en la primera Reserva de la Biosfera íntegramente valenciana ha disparado la expectación hasta tal punto de reunir el consenso de los 13 ... alcaldes de los municipios ribereños. El prestigio internacional que conlleva la categorización de la UNESCO atraerá beneficios, en forma de ayudas para el parque natural, y obligaciones como la zonificación del paraje, la necesidad de un órgano de gobernanza y la revisión de su estatus cada diez años.
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El acto que tendrá lugar el próximo jueves 12 de septiembre en La Lonja escenificará el apoyo de todos los ayuntamientos que cuentan con parte de su término municipal dentro del parque natural de la Albufera con tal de que esta se convierta en Reserva de la Biosfera. La ceremonia servirá para dar el pistoletazo de salida definitivo con el objetivo de promover la candidatura del humedal valenciano ante las Naciones Unidas. Cabe destacar también la larga campaña de concienciación ciudadana emprendida por LAS PROVINCIAS en defensa de la Albufera a la que, hasta el momento, se han adherido más de 150 entidades de la sociedad civil para refrendar un manifiesto que estará en constante revisión y modificación por parte de expertos.
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Pero, ¿qué significa que la Albufera se convierta en Reserva de la Biosfera? En primer lugar, cabe destacar que el reconocimiento como Reserva de la Biosfera por parte de la UNESCO pondría a la Albufera en el mapa nacional y mundial junto con otros parajes de su misma índole. La entrada en el selecto club de las Reservas de la Biosfera del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) basado en «la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible» supondría tener el amparo de la UNESCO, reforzando así la protección de la que ya goza la Albufera al ser un parque natural.
Desde la Conselleria de Medio Ambiente explican que la declaración comporta «formar parte de un programa de alcance mundial y de reconocido prestigio». Según fuentes del departamento encabezado por Vicente Martínez Mus, la Generalitat ha buscado potenciar desde el primer momento «la convivencia entre la actividad humana y económica y la preservación de una joya ecológica», requisitos exigidos para obtener la categoría de Reserva de la Biosfera. Dicha denominación sería un gran reclamo para las subvenciones dedicadas a la conservación de la biodiversidad provenientes de todas las instancias de la administración, incluso a nivel europeo, «pese a que no exista una ayuda económica directa», concluyen desde Medio Ambiente.
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Asimismo, entre las importantes exigencias que faltarían por dilucidar en caso de que el lago valenciano recibiera el estatus de Reserva de la Biosfera estaría la creación de un órgano de gobernanza cuya fórmula todavía tendría que estudiarse. No obstante, y vista y demostrada la gran sintonía de los 13 consistorios ribereños, todo apunta a que se establecería como ente de gobierno la agrupación de los ayuntamientos implicados en el parque natural. Eso sí, la UNESCO advierte de que la estructura de gestión «ideal» es que una estructura de gobierno eficaz tenga tres un equipo de gestión y coordinación, un comité rector o ejecutivo compuesto por los principales interesados y una junta asesora.
La declaración como Reserva de la Biosfera también traería aparejada la zonificación de la Albufera en tres perímetros. El primero de ellos sería el denominado núcleo o zona central, esta sería el área que contaría con una «protección estricta». Dicho régimen contribuiría a la conservación de los paisajes, los ecosistemas, las especies y la variación genética del humedal. En un segundo escalón se situaría la llamada zona de amortiguamiento, es decir, aquellos terrenos que rodean o son contiguos al núcleo donde se desarrollan actividades compatibles con prácticas ecológicas que refuerzan la investigación científica, la vigilancia, la formación y la educación. Por último, el conocido como perímetro de transición, que comprendería el espacio en el que las comunidades promueven diferentes actividades económicas y humanas, de carácter sostenible a nivel sociocultural y ecológico, cuya normativa sería más laxa que en las dos anteriores extensiones.
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Pablo Alcaraz
Por su parte, el Marco Estatutario de la Red Mundial de Reservas de Biosfera estipula la obligación de brindar una revisión periódica del estado de cada paraje categorizado como Reserva de Biosfera. Esta evaluación se realiza cada diez años y la capacidad examinadora se formula a través de un informe preparado por la autoridad en cuestión, es decir, la entidad de gestión del entorno.
Cabe tener en cuenta que la Comunitat ya cuenta con dos parajes naturales declarados Reservas de la Biosfera y que ambos se encuentran incluidos en la Red Española de Reservas de la Biosfera desde el mes de junio de 2019, una lista que en la actualidad está compuesta por 55 entornos. En lo que atañe al ámbito valenciano se hallan la de Alto Turia, a caballo entre Castilla-La Mancha y la Comunitat, así como la del Valle del Cabriel, situada entre las regiones valenciana y castellano manchega.
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