La alcaldesa pide «diligencia judicial» en la causa del pirómano del Saler

En sentido, la alcaldesa ha pedido «diligencia y rapidez en la acción de la Justicia. Necesito que la Justicia sea más rápida y ágil, vayamos más rápido para evitar esta situación».

La primera edil ha remarcado el esfuerzo que el Ayuntamiento de Valencia está realizando en la Devesa del Saler. Se ha referido, en este sentido, a las tareas de limpieza emprendidas en la zona «que hacía muchos años que no se había hecho». La alcaldesa también ha hecho mención a los cañones que se han empezado a colocar en todo el enclave. En estos momentos hay ocho pero el propósito es llegar hasta los 40 previstos inicialmente.

Estos cañones tienen una doble función. Por un lado de protección para actuar en el caso de que se produzca un incendio forestal. La segunda función hace referencia a la prevención para refrescar a la vegetación y en el caso de que se produzca un incendio de estas características no se propague con tanta rapidez. «Que se humedezca esa zona boscosa y no sea susceptible de estar seca y ser receptiva de un incendio. Estamos haciendo inversión en todo pero necesitamos también que la Justicia vaya más rápida y que los supuestamente causantes de estos incendios cumplan con su responsabilidad cuanto antes», ha explicado.

Por su lado, la presidenta de la Asociación de Vecinos del Saler, Ana Gradolí, ha reclamado más inversiones. Ha reconocido el esfuerzo que está realizando el Ayuntamiento de Valencia pero considera que todavía hay mucho por hacer.

Gradolí ha explicado que están preocupados por los posibles incendios que se pueden producir en la zona. «Habíamos dicho que la zona era un polvorín por la falta de acción municipal, pero ahora se están haciendo intervenciones. Que hagan las que se han puesto en marcha, pero que sigan porque queda mucho por hacer», ha señalado la presidenta de los vecinos del Saler.

La zona que más preocupa a los residentes es la que se encuentra alrededor de los edificios «en el resto de la Devesa el Ayuntamiento sabrá cómo actuar». Gradolí ha recordado que durante el verano la población en las urbanizaciones se cuadriplica «además de los que vienen a pasar el día» y por ello ha considerado que urge realizar estas intervenciones.

El presunto pirómano fue puesto en libertad por falta de pruebas. En este contexto, agentes de la investigación han presentado un informe en el juzgado en el que con los datos facilitados por las compañías telefónicas concluyen que el sospechoso se encontraba en la zona en el momento en el que comenzaron seis incendios. Estos datos, no obstante, no prueban que fuera él sino que se trata de otro indicio más en contra de su tesis defensiva.

Las jornadas del 1 de septiembre y 18, 20 y 21 de octubre resultan claves para la Guardia Civil. Unos días fatídicos en el parque natural donde se registran seis siniestros forestales. En todos ellos, el teléfono que usaba el sospechoso -tenía otros cuatro a su nombre- se conecta al repetidor de la Gola de Puchol. El imputado residía, en aquel momento, en la urbanización Les Gavines. El juez le impuso una orden de alejamiento del paraje protegido y se vio obligado a buscar otro domicilio.

No fue así en los días 11 y 12 de agosto y del 7 de octubre. En esos días también hubo incendios, pero el acusado no se conectó por lo que no se puede registrar su localización.