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Este miércoles ha sido el último día de presentación de alegaciones al nuevo reglamento orgánico del Ayuntamiento de Valencia y PP y Ciudadanos no han querido perder la oportunidad de insistir en la normativa «mordaza» que quieren sacar adelante Compromís y PSPV reduciendo, entre otros puntos polémicos, el número de preguntas que puede hacer la oposición en las comisiones y el pleno. El documento fue aprobado en abril de manera inicial, en un pleno donde ya fueron desestimadas la mayor parte de las enmiendas de los grupos de la oposición.
El PP ha presentado una batería de alegaciones o enmiendas para reclamar al alcalde Ribó que se modifique el proyecto y evitar que se convierta en un «verdadero reglamento mordaza para los grupos de la oposición» que dificulte el trabajo de control sobre el gobierno municipal.
Por su parte, Ciudadanos ha subrayado que supondrá «una limitación gravosa» de los derechos de la oposición a la hora de formular preguntas y mociones tanto en el pleno como en las comisiones permanentes. «En definitiva, nos ponen baches y barreras a la hora de fiscalizar su actividad de gobierno y articular nuestras propuestas», consideró el portavoz de esta formación, Fernando Giner.
El nuevo reglamento que quiere aprobar el alcalde «restringe drásticamente a la oposición las preguntas, mociones, asuntos a preguntar y hasta cómo debe preguntarse. Sólo se admite una cuestión o interrogante por pregunta, que además debe ser escueta y estricta», aseguró la portavoz adjunta popular, María José Ferrer.
En las enmiendas presentadas por el grupo popular se pide a Ribó que dé marcha atrás de todas las medidas que limitan el control de la oposición. Los populares presentaron un total de 26 alegaciones en un documento de más de 48 páginas.
Ferrer San Segundo afirma que se pretende aprobar «una nueva cacicada de Compromís y PSPV. Nunca en tantos años de gobierno popular, con mayoría absoluta, se impidió de este modo la tarea constitucional de la oposición». Los populares piden que se redacte un nuevo reglamento con las recomendaciones del Síndic de Greuges ante la denuncia del PP, que «no se han respetado por el Ayuntamiento, y que pasan porue el gobierno responda a las preguntas de la oposición».
Giner explicó que en el caso de las comisiones no existía hasta ahora ningún tipo de limitación a las preguntas que podían presentar los grupos de la oposición, mientras que en el pleno se había acordado que la hubiera, aunque por un acuerdo de la Junta de Portavoces que no obligaba a su aplicación.
«Sin embargo, el nuevo reglamento que han elaborado Compromís y PSPV nos dice que a partir de ahora solo podremos presentar tres preguntas por concejal en las comisiones y también cinco por edil en la sesión plenaria, lo cual es una limitación enorme de nuestros derechos como oposición».
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