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A la hiedra que rodea la valla del Luis Vives le han salido flores nuevas. Son flores reivindicativas en forma de pancartas que han colocado los alumnos de Segundo de Bachillerato del instituto que protestan porque la dirección del centro no les permite acudir a clase de forma presencial. El enfado es tal que ya están estudiando medidas legales tras constatar una importante caída de las notas, tal como explica el organizador de la protesta celebrada ayer, Carmel Gradolí.
«Es absurdo, hay espacio de sobra. En estos momentos el único informe donde se miden las distancias es el que hemos hecho nosotros», asegura Gradolí, que señala que los alumnos «caben de sobra»con la distancia de seguridad necesaria. «En algunas aulas hemos medido 2,25 metros de distancia entre un estudiante y otro», indica. Además, explica que el centro ha permitido esta semana acudir al Bachillerato de Humanidades, lo que demuestra que sitio hay, según Gradolí. El organizador de la protesta apunta directamente a la exdirectora del centro.
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